MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha anunciado este lunes que el líder del Estado Islámico en la nación asiática, Isnilon Hapilon, podría haber muerto en un bombardeo realizado el pasado mes de enero en su bastión del sur.
"Ordené hace uno o dos meses que bombardearan su casa y desde entonces no hemos tenido noticias de él, así que confío en que haya muerto", ha dicho en una reunión con 'boy socuts' en Malacanang, según informa la cadena filipina ABS-CBN.
No obstante, ha advertido de que "el estilo" de los terroristas es esconderse y después aparecer, por lo que podría ser el caso del dirigente local de Estado Islámico. "Aunque espero que esta vez le tengamos", ha apostillado.
Las Fuerzas Armadas anunciaron a principio de año que 15 terroristas que acompañaban a Hapilon habían muerto en un bombardeo aéreo. El ministro de Defensa, Delfin Lorenzana, confirmó que el líder insurgente había resultado herido de gravedad.
Hapilon es el máximo dirigente del grupo local Abú Sayyaf, que ha jurado lealtad al Estado Islámico. El Gobierno filipino le señala también como responsable de la organización terrorista para el Sureste Asiático.