Duterte ofrece recompensas por información sobre policías que ayudan al narcotráfico

Presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte
REUTERS/LEAN DAVAL JR
Actualizado: lunes, 29 agosto 2016 17:44

MANILA 29 Ago. (Reuters/EP) -

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha ofrecido recompensas que ascienden hasta los miles de euros a cambio de información que conduzca a la captura de los agentes de Policía que protegen a las organizaciones del narcotráfico y ha amenazado a los agentes con un "ajuste de cuentas".

En un discurso pronunciado este lunes con motivo del Día Nacional de los Héroes, Duterte ha declarado que no habría tregua en su llamada "guerra contra la droga" que, según cifras oficiales, ha costado la vida a más de 1.900 personas desde que llegó a la Presidencia, hace dos meses.

Fuentes policiales han asegurado que esa cifra, que tiene una media de 36 muertes al día, es porque los narcotraficantes se resisten al arresto o debido a peleas entre pandillas.

Duterte ha arremetido contra los críticos que han protestado por la muerte de gente pobre que tiene que vender drogas para subsistir y ha declarado que también hay que detener a los generales, alcaldes, gobernadores y policías involucrados en el tráfico de drogas.

"Creo que la lucha contra las drogas es una guerra. Hay una crisis en este país y son las drogas, han infectado cada rincón", ha dicho en el discurso al que han asistido soldados retirados, autoridades del Gobierno y diplomáticos extranjeros.

El presidente ha ofrecido hasta dos millones de pesos filipinos, más de 38.000 euros, a aquellos agentes de Policía que "delaten a sus amigos" corruptos, conocidos como "ninjas".

PRESIONES EXTERIORES

Duterte ganó las elecciones de mayo con la promesa de limpiar el país de drogas y traficantes. El mes pasado publicó una lista con el nombre de 160 funcionarios, entre los que se encontraban jueces, policías y soldados, a los que acusó directamente de proteger a narcotraficantes o de vender droga en sus comunidades.

Autoridades de Estados Unidos, un aliado cercano de Filipinas, comentaron la semana pasada que estaban "profundamente preocupadas" por los informes que apuntan a ejecuciones extrajudiciales relacionadas con la droga, y han urgido al Gobierno de Filipinas a asegurarse de que las fuerzas de seguridad "cumplen sus obligaciones con los Derechos Humanos".

Esta situación, agravada por las críticas que Duterte ha lanzado contra Estados Unidos desde que llegó al poder, suponen un problema para Washington, que está buscando la unidad entre sus aliados asiáticos ante el incremento de las diferencias con China, especialmente en torno al mar de China Meridional.

Este mes, dos expertos en Derechos Humanos de la ONU han urgido a Manila a que detenga las ejecuciones extrajudiciales. Duterte respondió amenazando con abandonar Naciones Unidas, organización internacional que ha calificado de "inútil".

En su discurso de este lunes, el presidente ha negado de nuevo las acusaciones de que está violando los Derechos Humanos y ha dicho a las fuerzas de seguridad que no se deben preocupar de la responsabilidad penal durante su campaña sobre las drogas.

"MATARLOS"

En un discurso ante miles de drogodependientes y antiguos traficantes, el jefe de la Policía Nacional, Ronald dela Rosa, les instó a matar a los narcotraficantes porque se estaban enriqueciendo a costa de los pobres.

"Si queréis matarlos, entonces matarlos. Podéis matarlos porque sois las víctimas aquí. Sabéis quiénes son los traficantes, así que id a sus casas, rociad gasolina, prendedles fuego. Demostradles que estáis enfadados", declaró en el discurso, por el que más tarde pidió disculpas.

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