MADRID 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha vuelto a cargar contra la Unión Europea y contra Estados Unidos por criticar los abusos de Derechos Humanos y los asesinatos extrajudiciales que se llevan a cabo en el país en el marco de la lucha contra el narcotráfico, piedra angular de la política del mandatario.
En un discurso pronunciado ante miembros del Gobierno local de Lanang, en la ciudad de Dávao --de la que Duterte fue alcalde--, el presidente ha mostrado abiertamente su ira, días después de que el pleno del Parlamento Europeo instara a su Gobierno a que ponga fin a la actual ola de asesinatos y ejecuciones extrajudiciales y abra una investigación "inmediata" sobre estos hechos en una resolución aprobada el jueves por amplia mayoría.
Los eurodiputados también condenado un ataque perpetrado en un mercado nocturno de la ciudad, que dejó al menos 15 muertos y unos 70 heridos, y pidió a la delegación de la UE en Filipinas que supervisase "de forma cuidadosa el 'estado de anarquía' declarado tras este atentado.
Tras estas afirmaciones, Duterte ha respondido con dureza. "Cuando leí la condena de la Unión Europea, les dije: 'Que os jodan'. Lo estáis haciendo para expiar vuestros pecados", ha indicado el polémico presidente.
Duterte ha continuado tildando a los europeos de "hipócritas". "Vosotros me condenáis. Deberíais leer los libros de historia, las enciclopedias de eventos. Son ellos, Reino Unido, Francia. Y ahora la Unión Europea tiene el descaro de condenarme. Y una vez más, yo repito: que os jodan", ha señalado, según las declaraciones recogidas por la cadena de televisión ABS-CBN.
"Lo que los huevos podridos de Estados Unidos y Europa creen es que la matanza de filipinos es una cuestión antigua y ahora se enfocan en los Derechos Humanos", ha continuado en su discurso.
Tres semanas atrás, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, canceló el encuentro que iba a mantener con su homólogo filipino después de que éste le insultara.
Se refirió a Obama con un insulto que ha sido traducido del tagalo como "hijo de puta", en respuesta a las críticas estadounidenses a la 'guerra contra la droga' de su Gobierno, recalcando que Filipinas "ya no es un estado vasallo".