BOMBAY, 18 May. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Los defensores del medio ambiente han arremetido este jueves contra los planes ambiciosos del Gobierno de India para distribuir agua a las zonas más remotas del centro del país mediante el trasvase de agua entre dos ríos, algo que los ecologistas aseguran que puede suponer un gran impacto.
El proyecto Ken-Betwa fue aprobado este miércoles por el Comité Consultivo Forestal, pero sin incluir ninguna de las modificaciones que pedían los ecologistas, como reducir la altura de una de las presas propuestas y la reubicación de los pueblos afectados.
El proyecto cuenta con un largo canal de 231 kilómetros entre los dos ríos que se encuentran en los estados de Uttar y Madhya, además de dos presas y embalses.
El plan requiere la tala de 1,8 millones de árboles y el uso de 6.017 hectáreas de tierras forestales, que incluyen una reserva de tigres protegida. Las construcciones también afectarán a alrededor de 6.000 hectáreas de tierras no forestales y más de 5.000 hogares, según un informe de la Autoridad Nacional de Desarrollo del Agua (NWDA).
Según el informe, el traslado de agua del río Ken al río Betwa no supondrá "ningún impacto adverso" desde una perspectiva ambiental o ecológica. Además, la NWDA ha asegurado que mediante la conexión de ambos ríos se pueden obtener grandes beneficios.
"Con una planificación cuidadosa, los efectos adversos pueden ser minimizados o eliminados y mejorarían los efectos secundarios beneficiosos", ha señalado el informe.
Los activistas quieren que el Gobierno ponga en marcha métodos de riego más baratos y efectivos y han asegurado que la conexión de los dos ríos puede suponer un gran impacto ambiental.
"La mayoría de las cuencas de los ríos ya están desbordadas", ha señalado la directora general del grupo de defensa Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente en Nueva Delhi, Sunita Narain. "El traslado de agua también requiere enormes instalaciones, que tienen grandes impactos ambientales", ha añadido.
Los enfrentamientos por el agua se han vuelto cada vez más frecuentes en India. Los disturbios comenzaron en septiembre de 2016 en Bangalore tras las disputas entre los estados de Karnataka y Tamil Nadu por compartir el agua de un río.