WASHINGTON, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha reiterado este viernes su defensa de una transición política en Siria "lejos" del actual presidente, Bashar al Assad, toda vez que su permanencia en el poder "alimenta el extremismo y aumenta las tensiones" en la región.
El enviado especial norteamericano para Siria, Michael Ratney, ha trasladado esta postura a representantes del Gobierno de Rusia, con quienes se ha visto este viernes en Moscú. Estas reuniones se suman a las mantenidas recientemente por los responsables de Exteriores de Estados Unidos y Rusia, John Kerry y Sergei Lavrov, respectivamente.
El objetivo de las partes es negociar fórmulas para lograr una "transición política" en Siria, si bien el futuro de Bashar al Assad sigue siendo motivo de división. Washington quiere un proceso "lejos" del actual dirigente sirio para "poner fin a la violencia" y "alcanzar un futuro que cubra las aspiraciones de libertad y dignidad de los sirios".
"El régimen de Bashar al Assad ha reprimido violentamente lo que comenzó como un movimiento pacífico de protesta en 2011", ha recordado el Departamento de Estado estadounidense, en un comunicado en el que ha advertido de que el Gobierno, con sus "tácticas brutales", ha perdido "toda su legitimidad".
Washington considera "necesaria" la transición siria no sólo para el país, sino también para el resto de la región. La estabilización de Siria es "una parte importante de la lucha para derrotar a los extremistas", que cuentan entre sus representantes con los terroristas de Estado Islámico.