WASHINGTON 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno estadounidense está estudiando cómo responder a la declaración que todos los años presenta Cuba en la Asamblea General de la ONU condenando el embargo sobre la isla y podría abstenerse en esta ocasión, en lugar de votar en contra como ha hecho hasta ahora.
Cada año, Cuba presenta una declaración en la Asamblea General de la ONU en la que pide condenar el embargo impuesto por Estados Unidos sobre la isla, denunciando las consecuencias que éste ha tenido. El año pasado, el texto fue respaldado por 188 de los 193 estados miembros y solo votaron en contra Estados Unidos e Israel.
Preguntado sobre cómo votará este año Estados Unidos dado el restablecimiento de las relaciones con Cuba, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, ha rechazado pronunciarse sobre una "resolución que no ha sido presentada", subrayando que la estudiarán llegado el momento.
No obstante ha incidido en que tanto el presidente, Barack Obama, como el secretario de Estado, John Kerry, "han dicho de manera abierta y sincera que quieren que se levante el embargo".
En este sentido, los periodistas han planteado al portavoz si cabe la posibilidad de que Estados Unidos vote de forma contradictoria a su propia legislación dada la postura que mantiene la actual Administración al respecto.
"No se puede desobedecer la ley, pero eso no significa que uno no pueda adoptar una posición de que quiere que la ley se cambie", ha respondido el portavoz durante el briefing diario, lo que dejaría abierta la puerta al menos a una abstención en la votación, que se celebraría en octubre.
Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron el 17 de diciembre de 2014 el inicio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, algo que se concretó el pasado mes de julio con la reapertura de las respectivas embajadas.
Ahora está previsto que Castro acuda por primera vez a la Asamblea General de la ONU, donde coincidirá previsiblemente con Obama, que interviene el mismo día, lo que ha generado especulaciones sobre un posible nuevo encuentro de ambos, tras el histórico mantenido en la cumbre de las Américas en Panamá el pasado abril.