KABUL 20 Nov. (Reuters/EP) -
Las fuerzas de seguridad de Estados Unidos y Afganistán han lanzado de forma conjunta varios ataques contra las fábricas de opio de los talibán, en un intento por acabar con la principal fuente de financiamiento del grupo terrorista, según han informado autoridades de ambos países.
El general estadounidense John Nicholson ha mostrado durante una rueda de prensa varios vídeos de los objetivos de estos ataques y ha explicado que se trata de fábricas de drogas de los talibán. "Anoche lanzamos ataques en Helmand para golpear a los talibán donde les duele, en su financiamiento con narcóticos", ha declarado Nicholson, que se encontraba acompañado por el teniente general afgano Mohamad Sharif Yaftali.
Uno de los vídeos muestra el lanzamiento de bombas desde un avión militar F-22 contra dos edificios, mientras que puede verse cómo un tercer edificio cercano ha quedado intacto.
La provincia de Helmand, ubicada en el suroeste del país, sufre ataques con frecuencia por ser la mayor productora de opio del país. Naciones Unidas informó hace una semana de que la producción de esta droga en Afganistán alcanzó niveles récord este año ---9.000 toneladas--.
Además, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) advirtió hace unos meses de que la inseguridad en Kabul está contribuyendo a que los esfuerzos por erradicar la insurgencia de este grupo sean en vano.
TRÁFICO DE NARCÓTICOS
Los oficiales de los ejércitos de Estados Unidos y Afganistán han afirmado que aproximadamente la mitad del opio que produce el país asiático se procesa o es refinado para convertirlo en morfina o heroína, antes de traficar con él en el extranjero.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha asegurado en su cuenta de Twitter que el Gobierno está dedicando "todas sus fuerzas" a acabar con "la economía criminal" y el tráfico de narcóticos.
Por su parte, Nicholson ha explicado que estos ataques han sido parte de la nueva política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Afganistán después de aumentar el número de tropas en el país.
Las tropas estadounidenses han sido criticadas durante mucho tiempo por provocar daños colaterales innecesarios y causar la muerte de civiles. El Gobierno de Estados Unidos ha asegurado que ha tomado todas las medidas necesarias para evitar los daños a civiles.
Naciones Unidas ha advertido de que al menos diez civiles murieron en el ataque llevado a cabo a principios de este mes en la provincia de Kunduz, situada en el norte de Afganistán, en contradicción con la investigación realizada por Estados Unidos, que asegura que no se ha registrado la muerte de ningún civil.