MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El mediador estadounidense en las conversaciones entre Israel y Líbano sobre la delimitación de su frontera marítima ha defendido que el acuerdo alcanzado garantiza la seguridad de Israel y es beneficioso para ambos países, ante las críticas de la oposición israelí de cara a la firma del pacto.
El enviado de Estados Unidos para Energía, Amos Hochstein, ha resaltado que "Israel ha negociado muy duro sobre los acuerdos de seguridad cerca de la costa y ha obtenido lo que quería", en una serie de entrevistas concedidas a las cadenas de televisión israelíes Channel 12 y Channel 13.
Así, ha resaltado que el acuerdo ha sido posible tras "cambiar la ecuación" en las negociaciones, dado que, si bien Israel y Líbano tenían objetivos diferentes, no eran necesariamente excluyentes, tal y como ha recogido el diario 'The Times of Israel'.
"¿Qué quería Israel? Tener su parte de beneficios económicos, cierto, pero realmente quiere seguridad y estabilidad en el mar Mediterráneo, dado que la dependencia de Israel del Mediterráneo es resultado de su enorme éxito a la hora de desarrollar este gas natural", ha explicado.
Hochstein ha reconocido que "siempre hay retórica muy encendida en las campañas políticas, especialmente cuando se acercan las elecciones", en referencia a las críticas del ex primer ministro y actual líder opositor, Benjamin Netanyahu, de cara a las parlamentarias anticipadas del 1 de noviembre.
"Creo que los intereses principales de seguridad nacional de Israel tanto de este Gobierno como de los anteriores, es que querían un acuerdo en estas líneas", ha argüido, antes de incidir en que Líbano ha hecho concesiones para lograr un acuerdo sobre la delimitación de la frontera.
De esta forma, ha especificado que el acuerdo "da a Israel la capacidad de controlar" el espacio hasta los cinco kilómetros mar adentro "para tener visibilidad". "Es una enorme cantidad de seguridad para Israel", ha ensalzado, antes de agregar que tampoco habrá "amenaza de misiles" contra el campo de Karish, que queda bajo control israelí.
"Israel obtiene estabilidad y seguridad", ha resaltado Hochstein, que ha afirmado que Líbano controlará el campo de Qana. "Israel no ha concedido gas ni recursos. El campo en cuestión en las aguas en disputa no ha sido explorado. No sabemos siquiera si hay gas allí", ha manifestado.
El acuerdo contempla que Israel obtenga el 17 por ciento de los ingresos generados por la explotación de Qana, mientras que Líbano "obtiene algo de dinero para detener la caída, el colapso y la absoluta devastación de la economía libanesa". "Es el primer paso de esperanza", ha dicho.
De esta forma, ha reconocido que en el pasado hubo propuestas más beneficiosas para ambos países, si bien ha explicado que todas ellas llegaron a callejones sin salida que bloquearon las negociaciones durante las administraciones de los expresidentes estadounidenses Barack Obama y Donald Trump.
Por ello, Hochstein ha hecho hincapié en que el acuerdo "pone fin a un periodo de conflicto". "Líbano siempre dijo que no alcanzaría acuerdos con Israel e Israel nunca fue capaz, desde la fundación del Estado, de alcanzar un acuerdo con Líbano sobre ningún asunto y especialmente ninguno sobre las fronteras", ha zanjado.
NO HACE FALTA DEBATE PARLAMENTARIO
Por su parte, el presidente del Parlamento de Líbano, Nabih Berri, ha afirmado que no es necesario un debate parlamentario para aprobar el acuerdo, que ya fue respaldado el jueves por el presidente del país, Michel Aoun, debido a que "no es un acuerdo con Israel".
Berri ha explicado en declaraciones concedidas al diario saudí 'Asharq al Awsat' que el acuerdo será entregado a los parlamentarios para que tomen nota, si bien ha rechazado los llamamiento a un debate sobre el texto de cara a su ratificación.
El parlamentario Melhem Jalaf reclamó la convocatoria de una "sesión de emergencia" para abordar el asunto y resaltó que "no es permisible ceder territorio del país", según el portal libanés de noticias Naharnet. Sin embargo, el acuerdo contempla que será oficial una vez Estados Unidos confirme que ha recibido la aprobación de Israel y Líbano.
Israel y Líbano --que están técnicamente en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas-- iniciaron en octubre de 2020 un proceso de conversaciones indirectas que cuentan con la mediación de Estados Unidos y que se celebran bajo auspicios de Naciones Unidas en la sede del organismo internacional en la ciudad libanesa de Naqura.
Las negociaciones giran en torno a un área de 860 kilómetros cuadrados que, según ambos países, se sitúan en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, un asunto de especial importancia después del hallazgo de reservas de gas en esta zona que tanto Israel como Líbano esperan poder explotar.