MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha afirmado este martes que el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, "tendrá que rendir cuentas en algún momento por todas las tragedias causadas a la gente".
Durante una visita al campamento de refugiados de Gambella, en Etiopía, y un día antes de viajar a Sudán del Sur, Haley ha indicado que "ningún ser humano debería vivir como han vivido estas personas, tener los recuerdos que tienen y sentir el dolor que han sentido".
"Es una crisis internacional", ha subrayado desde Gambella, que acoge a cerca de 86.000 sursudaneses, según ha informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.
Haley ha afirmado que Kiir podría no verse influido por la decisión de Estados Unidos de retirar parte de su ayuda humanitaria, de 730 millones de dólares (unos 620 millones de euros) anuales, después de que el mandatario sursudanés negara su responsabilidad en el conflicto.
"Cuando se mira Sudán del Sur, hay que pensar mucho antes de retirar la ayuda, porque a Kiir no le importa si lo hacemos. No le importa que la gente sufra, y esa es nuestra preocupación", dijo el lunes la propia Haley.
En respuesta, el ministro de Petróleo y Minería de Sudán del Sur, Ezekiel Gatkuoth, ha dicho que las autoridades "están decepcionadas por las críticas de un amigo como Estados Unidos".
Asimismo, el ministro de Asuntos de Gobierno, Martin Lomuro, ha rechazado el impacto de la retirada de ayuda por parte de Washington. "Quizá vendrá Rusia, o China. Alguien llenará ese espacio", ha argumentado.
Sudán del Sur se independizó de Sudán en 2011, pero se sumió en una guerra civil en 2013, cuando Kiir destituyó a Machar, actual líder rebelde que en aquel momento ejercía de vicepresidente en el marco de un gobierno de consenso.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.
A principios de septiembre, el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, cifró en cerca de cuatro millones el número de personas desplazadas en el país a causa del conflicto.
En su informe, recalcó que, hasta mediados de 2017, 1,9 millones de personas se han visto desplazadas internamente y otros dos millones han huido a países vecinos, agregando que 7,6 millones de personas necesitan además ayuda urgente.