MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Estados Unidos han emitido este miércoles una alerta a sus ciudadanos ante la posibilidad de que se registren ataques terroristas en zonas turísticas de Sri Lanka, como la bahía de Arugam, situada en el océano Índico.
La Embajada estadounidense en el país ha señalado que existen "informaciones creíbles" sobre un ataque contra multitudes en localidades de relevancia turística de la bahía de Arugam, según ha indicado la legación diplomática en un comunicado.
Así, ha señalado que "debido al grave riesgo que supone esta amenaza, se han impuesto restricciones al personal de la Embajada, que no podrá desplazarse a esta zona", una medida que ya ha entrado en vigor desde la publicación de la alerta.
"Se pide a los ciudadanos estadounidenses evitar a toda costa acudir a esta zona hasta nuevo aviso", ha indicado la Embajada, que ha instado a "trasladar cualquier información relevante o sospechosa a las autoridades locales y los servicios de emergencia".
El país cayó en una grave crisis hace ya dos años, con una revolución popular que ponía fin a meses de protestas contra el Gobierno del presidente Gotabaya Rajapaksa, por la terrible situación económica que azotaba la nación, la más grave desde la declaración de su independencia de Reino Unido en 1948.
Las protestas comenzaron a principios de marzo tras las subidas inasumibles de los precios del combustible, la falta de acceso a los bienes de primera necesidad, los cortes en el suministro eléctrico, los niveles récord de inflación y una deuda externa acumulada de casi 50.000 millones de euros.
En julio de 2022, los manifestantes irrumpieron en la Casa Presidencial ceilandesa, lo que provocó la huida de Rajapaksa y llevó al primer ministro, Ranil Wickremesinghe, a anunciar su dimisión. Sin embargo, poco después el Parlamento nombró a Wickremesinghe nuevo presidente.
Desde entonces, la tensión ha descendido en el país, que celebró el pasado mes de septiembre elecciones que han sido calificadas por muchos como las "más pacíficas" de la historia de Sri Lanka, si bien no ha desaparecido la amenaza a un nuevo conato de violencia.