WASHINGTON, 19 (Reuters/EP)
La primera ronda de negociaciones entre Estados Unidos, Canadá y México para reformar el acuerdo de libre comercio para América del Norte (NAFTA o TCLAN) se celebrará entre el 16 y el 20 de agosto en Washington, según ha informado este miércoles el representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer.
Además, Lighthizer ha anunciado que John Melle, un experto en la política comercial de la región que ha ejercido como asesor comercial del Gobierno para el hemisferio occidental, se encargará de liderar el equipo negociador de Estados Unidos para reformar el NAFTA.
Canadá y México ya celebraron una reunión en Ottawa el martes para identificar "puntos en común" de cara a las negociaciones con Estados Unidos. "Pensamos que es crucial que se incorpore cierto tipo de mecanismo de resolución de disputas", ha dicho el embajador canadiense en Washington, David MacNaughton.
Fuentes mexicanas consultadas por Reuters han precisado que en total habrá siete rondas de negociaciones que se celebrarán con intervalos de tres semanas, por lo que, de cumplirse el calendario pactado, las conversaciones a tres bandas concluirán a principio de 2018.
Uno de los informantes mexicanos ha explicado que el objetivo de estas negociaciones exprés es que el acuerdo sobre el nuevo NAFTA esté cerrado antes de que arranque la campaña para las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo año en México.
A su llegada a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, Donald Trump ordenó renegociar el NAFTA para corregir el déficit comercial de Estados Unidos con sus socios norteamericanos. En caso de que México o Canadá se negaran, amenazó con retirar al país del tratado internacional.
México, que es visto como el país más débil del NAFTA, ha insistido en desvincular estas negociaciones comerciales del muro que Trump pretende construir en la frontera común para frenar la inmigración ilegal, el crimen organizado y el terrorismo y que quiere hacer pagar a su vecino iberoamericano.
El Gobierno de Enrique Peña Nieto ha aclarado que no financiará en modo alguno el muro fronterizo, pero Estados Unidos ha sugerido que podría hacérselo pagar de forma indirecta, por ejemplo, mediante gravámenes a las exportaciones mexicanas.