El presidente de Estados Unidos, Joe Biden - Europa Press/Contacto/Annabelle Gordon
MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aplaudido en una llamada con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la "histórica decisión" de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que han acordado este jueves una ayuda de 50.000 millones para Ucrania dentro del presupuesto comunitario para los próximos cuatro años.
"El presidente Biden elogió el firme apoyo de la Unión Europea a Ucrania mientras continúa defendiéndose de la agresión rusa y cumpliendo las aspiraciones euroatlánticas de sus ciudadanos", ha indicado la Casa Blanca en un comunicado.
Von der Leyen ha enfatizado la importancia de una política "sostenida" favorable a Kiev de la Administración Biden, que ha sido "indispensable para los esfuerzos de Ucrania por defender a su pueblo, sus ciudades y sus militares en su lucha por la libertad".
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha agradecido "a cada uno" de los 27 países de la UE, así como a los líderes de las instituciones europeas, esta decisión, que implica "que los ucranianos tienen garantías financieras" para su "estabilidad social".
"Ahora es importante que la distribución de estos fondos se realice de manera similar al formato de apoyo anterior", ha resaltado el mandatario ucraniano, agregando que los equipos de Ucrania y la Unión Europea trabajarán en ello en los próximos días.
Los líderes de los 27 han acordado por unanimidad la ayuda de 50.000 millones para Ucrania tras salvar el veto del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que retrasaba el pacto desde diciembre. Ahora el Parlamento Europeo votará a finales de febrero si aprueba esta partida, aunque no se espera ninguna sorpresa.
Orbán, que bloqueó el acuerdo en la última reunión de jefes de Estado y de Gobierno de diciembre, ha cedido después de que los líderes hayan accedido a que la Comisión realice un informe anual sobre la aplicación del mecanismo, una concesión a la revisión cada doce meses que pedía Budapest, aunque sin la votación que reclamaba.