MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos ha anunciado este martes su decisión de aplazar tres meses su decisión sobre la retirada de las sanciones a Sudán, según ha anunciado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
En su comunicado, ha desvelado que el presidente del país, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva para extender el periodo de revisión de la orden publicada en enero por el entonces mandatario, Barack Obama.
Obama anunció en enero la retirada de parte de las sanciones impuestas al país durante la Administración de Bill Clinton, en 1997, subrayando que serían derogadas en un plazo de 180 días, según la Casa Blanca para alentar al Gobierno sudanés a incrementar en este tiempo su lucha antiterrorista y mejorar su comportamiento en materia de Derechos Humanos.
El Gobierno de Barack Obama fundamentó su decisión en la consideración de que Sudán ha puesto fin a sus bombardeos en Darfur y otras zonas en conflicto en el país, así como por el apoyo de Jartum a la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Asimismo, consideró que las autoridades están permitiendo un mayor acceso de la ayuda humanitaria a las zonas en conflicto, controlando el flujo de armas hacia Sudán del Sur, y su rechazo a acoger a rebeldes de este país en su territorio.
En este sentido, Nauert ha resaltado que durante estos tres meses se valorará si el Gobierno sudanés "mantiene las acciones positivas que derivadon en la orden ejecutiva (de Obama), incluyendo el mantenimiento del cese de hostilidades en las zonas en conflicto, la mejora del acceso humanitario y el mantenimiento de su cooperación con Estados Unidos ante los conflictos regionales y la amenaza del terrorismo".
La portavoz del Departamento de Estado ha reconocido que Sudán "ha hecho progresos significativos y sustanciales en muchas áreas", si bien ha matizado que "la Administración ha decidido que necesita más tiempo para su revisión y decidir si Sudán ha llevado a cabo suficientes acciones positivas en todas las áreas enumeradas".
"Seguimos profundamente comprometidos con nuestra relación con el Gobierno de Sudan y en trabajar para lograr más progresos y una paz sostenible en Sudán, retirar el resto de obstáculos para la entrega de ayuda humanitaria y aumentar la cooperación en materia antiterrorista y para promover la estabilidad regional", ha añadido.
Por último, Nauert ha asegurado que "al margen de estas áreas, la Administración (estadounidense) está comprometida a intensificar sus contactos con el Gobierno de Sudán en un rango amplio de asuntos clave, incluyendo el diálogo existente para mejorar los Derechos Humanos y la libertad de prácticas religiosas en Sudán, así como su compromiso con la aplicación total de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Corea del Norte".
SUDÁN RECLAMÓ LA RETIRADA DE LAS SANCIONES
El anuncio ha llegado un día después de que el Gobierno de Sudán recalcara que no aceptaría ninguna decisión de Estados Unidos que no supusiera la retirada definitiva de las sanciones económicas impuestas al país.
El ministro de Exteriores del país, Ibrahim Ghandur, manifestó que cualquier otra decisión es "ilógica e inaceptable", asegurando que Jarum ha cumplido con todos sus compromisos, según informó la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
Por ello, indicó que Washington debe cumplir con su compromiso y retirar las sanciones, expresando que Sudán espera que Estados Unidos "tome la decisión adecuada".
"Sudán se convertiría entonces en un socio activo para lograr los deseos de ambas naciones por una región segura", remachó Ghandur, tal y como recogió el diario local 'Sudan Tribune'.
El Gobierno africano está tratando de recuperar el acceso al sistema bancario mundial para poder liberalizar el comercio y la inversión extranjera que podrían ayudarle a reducir la inflación y la escasez de divisas que ha dificultado su capacidad de compra en el extranjero.
Además la crisis de ingresos provocó que el Gobierno introdujera medidas de austeridad y recortes a los subsidios de combustible y electricidad el año pasado, lo que provocó múltiples manifestaciones en distintos puntos del país.
El levantamiento de las sanciones no sacaría a Sudán de la lista de países patrocinadores del terrorismo y su presidente, Omar Hasán al Bashir, seguiría siendo reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) para ser juzgado por crímenes contra la Humanidad.
A finales de junio el Gobierno estadounidense dijo estar "muy preocupado" por la falta de respeto a los Derechos Humanos en Sudán, en particular por la falta de libertad religiosa, política y de prensa.