MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha expresado este martes su apoyo a las negociaciones de paz entre el Gobierno de Afganistán y el partido islamista Hezb-e-Islami, recalcando que Washington no ha puesto condiciones previas al mismo.
"Todos los grupos relevantes, incluido Hezb-e-Islami, deben ser parte de un diálogo político de estas características para que los afganos puedan hablar directamente con otros afganos sobre el futuro de su país", ha dicho el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
En este sentido, ha manifestado que Estados Unidos apoyará los esfuerzos de reconciliación con "cualquier grupo que se haya reconciliado (con las autoridades) y haya acordado poner fin a la violencia".
Por su parte, Shafi Nuristani, miembro del Alto Consejo para la Paz, ha afirmado este mismo martes que el proceso de paz con Hezb-e-Islami "van a dar resultados", recalcando que "finalizarán los combates con el círculo relacionado con Gulbuddin Hekmatyar (líder del grupo)".
Hekmatyar fue incluido en la 'lista negra' del Consejo de Seguridad de la ONU en 2003 por sus lazos con el entonces líder de la organización terrorista Al Qaeda, Usama bin Laden.
Hezb-e-Islami aseguró a principios de abril que está dispuesto a alcanzar un acuerdo de paz con el Gobierno pese a la presencia de tropas internacionales en el país, retirando así una de sus principales condiciones previas al diálogo.
Hekmatyar anunció en marzo que su formación estaba dispuesta a participar en el proceso de paz con el Gobierno, lo que fue aplaudido por Kabul. Poco antes, los talibán habían rechazado participar en negociaciones con las autoridades.
LA FIGURA DE HEKMATYAR
Hekmatyar, una de las figuras 'muyahidin' de más relevancia durante la guerra contra la Unión Soviética en los ochenta, fue uno de los señores de la guerra que se vieron involucrados en una cruenta guerra civil tras la salida de las tropas soviéticas del país, que se saldó con cientos de miles de muertos, la mayoría de ellos civiles.
Durante dicho conflicto, los milicianos de Hekmatyar fueron responsables de gran parte de la destrucción de Kabul debido a sus continuos bombardeos contra la capital, que provocaron miles de víctimas civiles.
Posteriormente, accedió al cargo de primer ministro entre 1993 y 1994 --y de nuevo por un breve periodo de tiempo en 1996--, antes de que los talibán se hicieran con el control de la capital, provocando su huida a Irán, donde permaneció durante seis años en medio de la desconfianza por parte de Teherán.
Finalmente, fue expulsado del país en 2002 en medio de presiones por parte del Gobierno de Estados Unidos y el recientemente establecido Ejecutivo afgano de Hamid Karzai tras la invasión estadounidense del país para expulsar a los talibán del poder.
Ese mismo año, emitió un comunicado para llamar a la 'yihad' contra Estados Unidos por su presencia en Afganistán, tras lo que fue declarado en 2003 como un "terrorista global" por el Departamento del Tesoro estadounidense.
Tras varios años en la clandestinidad y continuas amenazas contra Estados Unidos e Irán por supuesto respaldo a Washington durante la guerra contra el Gobierno talibán en 2001, Hezb-e-Islami resurgió con fuerza en 2008 con una serie de atentados contra las fuerzas de seguridad y las tropas de la coalición.
Hekmatyar ha sido considerado por Kabul y la comunidad internacional como un líder insurgente más dispuesto a la apertura de un diálogo de paz que la cúpula talibán y Sirajuddin Haqqani, señor de la guerra pastún y líder de la Red Haqqani.