MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado el primer paquete de ayuda militar directa a Taiwán a través de un programa reservado para Estados soberanos, una medida que podría provocar represalias por parte de China.
La medida ha sido notificada por el Departamento de Estado al Congreso estadounidense, a quien ha trasladado que el traslado de equipamiento militar a la isla tiene como objetivo "reforzar las capacidades de defensa de Taiwán", especialmente a nivel naval.
El paquete consta de unos 80 millones de dólares (73,4 millones de euros) --una ayuda menor a la entregada en anteriores ocasiones--, pero podría tener mayores implicaciones dado que su entrega se realiza a través del programa de Financiación Militar Exterior (FMF, por sus siglas en inglés) del Gobierno estadounidense.
"De acuerdo con la Ley de Relaciones con Taiwán y nuestra política de una sola China, que no ha cambiado, Estados Unidos pone a disposición de Taiwán los artículos y servicios de defensa necesarios para permitirle mantener una capacidad de autodefensa suficiente", ha indicado un portavoz del Departamento de Estado en declaraciones a la cadena de televisión CNN.
Así, ha recalcado que "Estados Unidos muestra un interés permanente en la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, lo cual es fundamental para la seguridad y la prosperidad regional y global".
Estados Unidos ha vendido armas en anteriores ocasiones a Taiwán pero a través del programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS), mientras que el FMF ofrece ahora una asistencia costeada por los contribuyentes para que Taipéi pueda hacerse con equipamiento. No obstante, la adquisición de estos productos podría tardar en producirse.
Según la legislación estadounidense, el Gobierno de Estados Unidos está autorizado a gastar hasta 2.000 millones de dólares (1.800 millones de euros) anuales en subvenciones militares para la isla de cara al periodo entre 2023 y 2027.
China, que considera Taiwán una provincia más bajo su soberanía, ha insistido en que no descarta hacer uso de la fuerza para lograr la reunificación del territorio y ha protestado en reiteradas ocasiones contra la venta de armas por parte de Estados Unidos.