WASHINGTON 5 Dic. (Reuters/EP) -
Altos cargos estadounidenses han afirmado que a Washington aún le falta llegar a un acuerdo con Bagdad sobre los detalles en cuanto al papel que jugará la nueva unidad de fuerzas especiales destinada en Irak, subrayando las dificultades a las que Estados Unidos se enfrenta a la hora de negociar con el debilitado líder iraquí.
El secretario de Defensa estadounidense, Ash Carter, ha anunciadoe ste jueves el despliegue, ya previsto, de este pequeño contingente, cuyas redadas contra objetivos del autodenominado Estado Islámico serán las primeras operaciones militares prolongadas por parte de las fuerzas estadounidenses en suelo iraquí desde que las tropas norteamericanas abandonaron el país en 2011.
Fuentes estadounidenses han indicado que Washington ha estado debatiendo y coordinando esta cuestión con el primer ministro iraquí, Haider al Abadi. Sin embargo, la alianza en el Gobierno y las poderosas milicias chiíes del país han advertido contra este plan, elevando las dudas sobre si Al Abadi tiene potencial político para asegurar un acuerdo final.
Al Abadi, horas después del anuncio de Carter, ha indicado que cualquier despliegue de este nivel tendrá que contar con el consentimiento del Gobierno. El jueves, afirmó que cualquier despliegue en el terreno de soldados extranjeros se consideraría un "acto de agresión".
Altos cargos de Estados Unidos han hecho hincapié, no obstante, en que no habrá ninguna operación militar unilateral por parte de Estados Unidos en Irak, aunque todavía está por decidir cuánto podrá decir Al Abadi sobre las actividades de la unidad y sobre la libertad de acción de los soldados norteamericanos.
REUNIÓN DE GOBIERNOS
El Gobierno del presidente, Barack Obama, tiene previsto enviar un equipo a Bagdad durante las próximas semanas para preparar los detalles del despliegue con el Gobierno iraquí.
"Con Al Abadi, un principio básico fundamental para nosotros en todo este asunto es que todo lo que hagamos en Irak sea con pleno consentimiento y en total coordinación con el Gobierno iraquí", ha indicado un responsable gubernamental. "Por ello, no haremos nada en Irak de forma unilateral", ha añadido.
Aún no está claro si las cuestiones sin resolver provocarán un retraso en el despliegue de los cerca de un centenar de efectivos estadounidenses de las Fuerzas de Operaciones Especiales a Irak que, según Carter, llevarán a cabo redadas, tanto en Siria como en Irak, con el objetivo de proteger rehenes, recopilar información de inteligencia y capturar líderes del grupo islámico.