WASHINGTON, 18 Feb. (Reuters/EP) -
El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, ha informado este sábado de que Estados Unidos aún no está seguro de quién dirigió el ataque perpetrado el 7 de febrero contra las fuerzas estadounidenses y respaldadas por el país en Siria, aunque ha reconocido que hubo contratistas civiles rusos involucrados.
Alrededor de 300 hombres que trabajaban para una empresa militar privada rusa vinculada al Kremlin murieron o resultaron heridos en Siria, según Reuters.
Estados Unidos ha estimado que alrededor de 100 fuerzas pro-sirias del Gobierno fueron asesinadas por los ataques estadounidenses.
Los oficiales militares rusos han asegurado que informó a Estados Unidos que Moscú no estaba involucrado. El Pentágono se ha negado a comentar sobre la composición exacta de las fuerzas atacantes y Mattis no ha podido explicar el incidente diez días después.
"Todavía no puedo darle más información sobre por qué harían esto. Pero tomaron las direcciones de alguien", ha asegurado Mattis a los periodistas, según ha informado el Pentágono.
"¿Fue por la dirección local? ¿Fue por fuentes externas? No me preguntes. No sé", ha aseverado.
Mattis ha señalado que "entendió" que Moscú había reconocido que los contratistas estaban involucrados, sin ofrecer más detalles sobre si esa comprensión provino de la prensa. Las autoridades rusas han asegurado a los periodistas que cinco ciudadanos rusos podrían haber muerto en enfrentamientos con las fuerzas de la coalición encabezada por Estados Unidos.
Aún así, las autoridades rusas niegan que desplieguen contratistas militares privados en Siria, asegurando que la única presencia militar de Moscú es una campaña de ataques aéreos, una base naval, instructores militares que entrenan a las fuerzas sirias y un número limitado de tropas de las fuerzas especiales.
Pero según personas familiarizadas con el despliegue, Rusia está utilizando un gran número de contratistas en Siria porque eso le permite a Moscú poner más personas en su terreno sin arriesgarse a soldados regulares cuyas muertes deben ser contabilizadas.
Los contratistas, en su mayoría exmilitares, llevan a cabo las misiones que les asignaron militares rusos, según las personas familiarizadas con el despliegue. La mayoría son ciudadanos rusos, aunque algunos tienen pasaportes ucranianos o serbios.
Estados Unidos y Rusia, al tiempo que respaldan a lados opuestos en el conflicto sirio, se han reforzado para asegurarse de que sus fuerzas no choquen accidentalmente, pero la presencia de contratistas rusos añade un elemento de impredecibilidad.
El Ejército estadounidense ha señalado que las fuerzas atacantes estaban alineadas con el Gobierno sirio y estaban respaldadas por artillería, tanques, sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple y morteros.
"Dudo que 257 personas simplemente decidan por sí mismas cómo cruzar el río en territorio enemigo y comenzar a bombardear una ubicación y maniobrar tanques contra ella", ha asegurado Mattis.
"Así que pase lo que pase, trataremos de resolverlo. Trabajaremos obviamente, con cualquiera que pueda responder a esa pregunta, pero yo no puedo en este momento", ha aseverdo.