MADRID 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Reino Unido han pedido este lunes a Irán que ponga fin a la represión para hacer cumplir con el uso obligatorio del hiyab en el marco del aniversario por la muerte hace dos años de la joven iraní Mahsa Amini bajo custodia policial por no ponerse bien el velo.
"Al menos 500 personas murieron y más de 20.000 fueron detenidas en la brutal represión de las fuerzas de seguridad iraníes contra las manifestaciones de disidencia en 2022 y 2023, pero el movimiento global 'Mujer, vida, libertad' sigue unido", han señalado estos países en un comunicado.
En este sentido, han recordado que la misión independiente de investigación sobre Irán establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU determinó que "muchas de las violaciones de Derechos Humanos perpetradas contra manifestantes equivalen a crímenes contra la humanidad".
"El Gobierno iraní aún tiene que abordar estas acusaciones y no ha cooperado con este mandato reconocido internacionalmente", han subrayado, mostrando su apoyo a las mujeres y niñas en Irán, así como a los defensores de Derechos Humanos.
Asimismo, han denunciado que la "renovada ofensiva" para que las mujeres lleven el velo "ha provocado una nueva oleada de acoso y violencia". "El Gobierno iraní ha reforzado su infraestructura de vigilancia para arrestar, detener y, en algunos casos, torturar a mujeres y niñas por su activismo pacífico", han resaltado.
Por otro lado, han condenado "el reciente aumento de las ejecuciones" en el país, que "en gran medida se han producido sin juicios justos". "Instamos al Gobierno iraní a que ponga fin ahora a sus violaciones de Derechos Humanos", han subrayado.
Finalmente, los países han asegurado que responsabilizarán a Teherán por sus políticas y utilizarán "todas las autoridades pertinentes para promover la rendición de cuentas", incluso mediante sanciones y restricciones de visado.
La joven murió en 2022 'tras ser detenida por Policía de la moral' supuestamente por llevar mal puesto el velo. Su caso desató protestas sin precedentes en el interior de Irán y generó denuncias generalizada de la comunidad internacional.