Llama al Gobierno de Etiopía a detener la "campaña militar" y al TPLF y el OLA a frenar sus avances
MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha avisado este jueves de que la "retórica belicista" del Gobierno de Etiopía y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) en redes sociales "alimenta las llamas del conflicto", "alejando cada vez más la solución pacífica".
"Los líderes etíopes, tanto dentro como fuera del Gobierno y de todo el país, se enfrentan a la urgente necesidad de actuar inmediatamente y aliviar el sufrimiento del pueblo etíope", ha apuntado el jefe de la diplomacia estadounidense en un comunicado.
Asimismo, ha reiterado su "profunda preocupación por el riesgo de violencia intercomunitaria" avivado por la un "lenguaje inflamatorio" de las partes, especialmente en plataformas digitales. Precisamente, Facebook ha eliminado recientemente una publicación del primer ministro del país, Abiy Ahmed, por violar las políticas contra la incitación a la violencia.
Asimismo, ha expresado su alerta por los informes sobre detenciones arbitrarias por motivos étnicos en la capital etíope, Adís Abeba, y por la situación humanitaria de millones de personas, entre las que 900.000 se enfrentan a "hambruna inducida por el conflicto".
Por ello, ha instado a todas las partes a "que depongan las armas y abran el diálogo para mantener la unidad e integridad del Estado etíope". "Hacemos un llamamiento al Gobierno de Etiopía para que detenga su campaña militar, incluidos los ataques aéreos en los centros de población de (la región de) Tigray y la movilización de las milicias étnicas", ha aseverado.
Al mismo tiempo, ha reclamado al Gobierno de Eritrea que retire sus tropas de Etiopía y al TPLF y al grupo rebelde del Ejército de Liberación Oromo (OLA) que "detengan inmediatamente el actual avance hacia Adís Abeba".
"Todas las partes deben también permitir y facilitar el acceso de la ayuda humanitaria para que la asistencia vital pueda llegar a las personas necesitadas", ha añadido, para insistir en que todas las partes deben "iniciar negociaciones de alto el fuego sin condiciones previas para encontrar un camino sostenible hacia la paz".
El enviado de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, ha viajado al país para abordar la situación y ha mantenido reuniones con funcionarios etíopes, como el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki; el ministro de Defensa, Abraham Belay, y el titular de Finanzas, Ahmed Shide, así como con el viceprimer ministro, Demeke Mekonnen Hassen, según ha detallado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en rueda de prensa.
Feltman continuará sus encuentros este viernes con el objetivo de
"encontrar una vía aceptable para resolver el conflicto en expansión en Etiopía".
Por otro lado, el Gobierno de Estados Unidos ha autorizado la "salida voluntaria" del personal no esencial en su Embajada en Etiopía ante el recrudecimiento del conflicto y los últimos avances TPLF en el norte del país.
El Gobierno ha decretado el estado de emergencia y ha llamado a la población a enfrentar al TPLF después de los avances del grupo en Amhara y de que confirmara contactos con el grupo rebelde OLA, escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018, que ha lanzado también ofensivas en la región de Oromía, lo que amenaza con una expansión del conflicto a nivel nacional.
En este contexto, una investigación conjunta de Naciones Unidas y la Comisión de Etiopía para los Derechos Humanos (EHRC), publicada el miércoles, presentó "motivos razonables" para creer que todas las partes implicadas en el conflicto en Tigray han cometido violaciones de los Derechos Humanos y contra la ley de refugiados, algunos de los cuales podrían equivaler a crímenes de guerra y contra la humanidad.
El conflicto comenzó el 4 de noviembre de 2020 cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por el ataque a la base del Ejército en la capital de Tigray, Mekelle, tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.
Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.
El conflicto ha cumplido este jueves un año en una situación que hace temer una expansión de la guerra a nivel nacional.