El incremento de los bombardeos, parte de la estrategia de Trump para obligar a los talibán a negociar, se ha traducido en un aumento de las víctimas civiles
MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos ha disparado más bombas, misiles y otras municiones de gran calibre en Afganistán en los primeros 10 meses de este año que cualquier otro año entero de la última década, según un informe del Mando Central de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos citado por el portal 'Stars and Stripes'.
Las fuerzas estadounidenses lanzaron 5.982 proyectiles en Afganistán y los aviones de la coalición han realizado casi 6.600 vuelos entre el inicio de 2018 y finales de octubre, de los cuales un 12 por ciento culminaron en ataques.
Las nuevas cifras superan el récord de munición lanzada en 2011 -- 5.400 bombas, misiles y proyectiles de gran calibre --, en el apogeo del despliegue norteamericano en el país centroasiático.
El informe defiende que el incremento de la campaña de bombardeos ha sido parte de la estrategia de la administración del presidente norteamericano, Donald Trump, para obligar a los insurgentes talibán a sentarse a la mesa de negociaciones, según el informe.
Además de atacar a los talibán y otros combatientes militantes, las municiones de este año se han utilizado para ataques de "negación del terreno" (bombardeos destinados a destruir posiciones y rutas utilizadas por los insurgentes) y para atacar a los laboratorios de narcotráfico de los grupos armados, según fuentes militares.
El incremento de los bombardeos ha traido consigo un aumento de muertes civiles por ataques de la coalición liderada por EEUU, como el del martes, donde al menos 23 civiles murieron en el distrito de Garmsir, en la provincia de Helmand, en el oeste de Afganistán.
La Misión de la ONU en Afganistán, la UNAMA, ha recordado que en los primeros nueve meses de 2018 ha registrado un claro aumento de bajas civiles causadas por ataques aéreos en relación con el mismo periodo de 2017. Del 1 de enero al 30 de septiembre de 2018 se han contabilizado 649 civiles muertos por ataques aéreos, una cifra mayor que el recuento en cada uno de los años con registros documentados desde 2009.
La misión ha denunciado que en los dos "incidentes" de esta semana en Helmand ha observado "con particular preocupación" que los niños se han visto "desproporcionadamente impactados", al suponer el 55 por ciento de las víctimas civiles de esos dos ataques.
"La UNAMA recuerda a todas las partes en conflicto que deben cumplir su obligación de proteger a los civiles y que todas las partes deben estar estrictamente sujetas a sus obligaciones en el marco del derecho internacional humanitario para adoptar todas las medidas posibles para proteger a los civiles", ha concluido.
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