Hospital de MSF
MSF
Actualizado: viernes, 29 abril 2016 19:29


WASHINGTON, 29 Abr. (Reuters/EP) -

Estados Unidos ha determinado que el ataque perpetrado por fuerzas norteamericanas a un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz (Afganistán) no constituyó un "crimen de guerra", sino que se debió a una serie de factores entre los que se incluye el error humano.

El ataque, perpetrado el 3 de octubre de 2015, se saldó con 42 muertos y 37 heridos. MSF ha reclamado una investigación independiente por estos hechos y ha dudado de la hipótesis del accidente, esgrimida desde Washington.

El comandante del Mando Central de Estados Unidos, Joseph Votel, ha asegurado que "la investigación ha concluido que parte del personal incumplió las reglas de compromiso y las leyes sobre conflictos armados", pero ha aclarado que no se ha comprobado que los "fallos" supongan un "crimen de guerra".

En este sentido, ha alegado que los responsables de la operación no sabían que estuviesen bombardeando un hospital y, en cambio, alude a una serie de "errores humanos involuntarios, errores de proceso y fallos de equipo". Entre los factores a tener en cuenta también incluye la fatiga y la rapidez con la que sucedieron los acontecimientos.

Las autoridades norteamericanas han adoptado acciones disciplinarias contra 16 militares vinculados al ataque, entre ellos un general según informaron el jueves varios medios. El informe recoge que el entonces jefe de las fuerzas en Afganistán, John Campbell, tomó medidas contra 12 uniformados.

"Las acciones incluyeron la suspensión y la retirada del mando, cartas de reprimenda, terapia formal y cursos de entrenamiento extensivos", apunta el texto. Cinco de los militares que volvieron a Estados Unidos fueron investigados directamente por Votel y cuatro de ellos fueron castigados.

INDEMNIZACIONES

La investigación confirma la entrega de indemnizaciones a más de 170 personas y familias que se vieron afectadas por el ataque: 6.000 dólares por cada fallecido y 3.000 por herido. El Gobierno de Barack Obama ha aprobado el desembolso de 5,7 millones de dólares (casi 5 millones de euros) para reconstruir las instalaciones de MSF.

MSF había informado a las fuerzas estadounidenses y afganas de cuál era su posición exacta ante el temor, precisamente, de que con la ofensiva para recuperar Kunduz de manos de los talibán lo confundieran con un objetivo.

La ONG ha pedido a Estados Unidos y Afganistán que autoricen a la Comisión Humanitaria Internacional a llevar a cabo una investigación imparcial para esclarecer los hechos, pero ninguno de los dos gobiernos ha dado su consentimiento.

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