NUEVA YORK, 2 Feb. (Reuters/EP) -
La nueva embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Nikki Haley, ha condenado este jueves las "agresivas acciones" de Rusia en el este de Ucrania, en el marco de la última escalada de violencia, que ha dejado decenas de muertos en apenas una semana.
"Desafortunadamente, en mi primera aparición aquí debo condenar las agresivas acciones de Rusia", ha dicho Haley en sus primeras palabras en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desde que fue designada para el cargo, el mes pasado.
Haley ha subrayado que, si bien Estados Unidos desea "mejorar sus relaciones con Rusia", "la crítica situación en el este de Ucrania requiere una clara y fuerte condena a las acciones rusas" en el país europeo.
Estas declaraciones son las primeras con tono crítico que la Administración de Donald Trump dirige a Rusia, país con el que pretende relanzar los vínculos bilaterales, maltrechos durante el Gobierno de Barack Obama.
El magnate neoyorquino no ha ocultado su admiración por el presidente ruso, Vladimir Putin, con quien mantuvo una primera conversación telefónica el pasado fin de semana y con quien podría reunirse antes de la próxima cumbre del G20, según el Kremlin.
ÚLTIMOS ENFRENTAMIENTOS
El Ejército ucraniano denunció el domingo que los separatistas prorrusos habían lanzado un ataque contra la localidad de Avdiyivka, ubicada al norte de la ciudad de Donetsk y controlada por las tropas gubernamentales.
Desde entonces, casi una decena de militares y varios milicianos han muerto en los combates, que han dejado a la localidad sin suministros básicos, lo que ha llevado a las partes a pactar una breve tregua para reparar las infraestructuras civiles.
La misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) también ha alertado sobre la situación de la ciudad de Yasinovátaya, en manos de las milicias que persiguen la secesión de Ucrania.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por su parte, ha manifestado su preocupación por el "peligroso deterioro" de la situación en el este de Ucrania y han reclamado "una vuelta inmediata al régimen de alto el fuego".
Las tropas ucranianas y los separatistas prorrusos se enfrentan desde 2014 en las regiones de Donestk y Lugansk, en el este del país. Desde entonces más de 10.000 personas han muerto y más de 22.000 han resultado heridas, según datos de la ONU.