MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Estados Unidos han condenado las sanciones impuestas el mes pasado por el Gobierno chino contra cuatro miembros de la Comisión Sobre Libertad Religiosa Internacional y ha matizado que se trata de otra "afrenta contra los derechos universales".
China había sancionado previamente a decenas funcionarios estadounidenses en represalia por medidas similares tomadas por Washington. El Departamento de Estado ha acusado en un comunicado a Pekín de arremeter contra altos cargos y organizaciones que "defienden la democracia y el respeto a los Derechos Humanos en todo el mundo".
Así, ha expresado que el país norteamericano está comprometido con "los derechos y libertades en todo el mundo" y ha garantizado que "utilizará todas sus herramientas diplomáticas y económicas para fomentar que se haga justicia".
"Pekín sigue tratando de intimidar y silenciar a aquellos que se posicionan a favor de los Derechos Humanos y contribuyen a aumentar el escrutinio sobre sus genocidios y crímenes contra la humanidad en Xinjiang", recoge el texto.
En este sentido, ha instado al Gobierno chino a "dejar de lado la represión, incluidas las prácticas coercitivas, el encarcelamiento y la violación de las libertades de miembros de la minoría uigur".
El último paquete de sanciones por parte de China responde a unas sanciones anunciadas el 10 de diciembre por el Ejecutivo de Joe Biden, en un momento en el que la comunidad internacional ha vuelto a intensificar sus mensajes políticos contra China a raíz de las elecciones legislativas de Hong Kong.
Los países del G7 y la Unión Europea, entre otras voces internacionales, han cuestionado el citado proceso electoral, pero para el Ministerio de Exteriores chino, todas estas críticas forman parte de una "farsa política".