MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos ha condenado este jueves la reciente ola de violencia llevada a cabo por "un grupo terrorista vinculado a Estado Islámico" en el sur de Filipinas, denunciando que se están poniendo en peligro "vidas inocentes".
"Estos terroristas han matado cobardemente a miembros de las fuerzas de seguridad y ha puesto en peligro vidas inocentes", ha señalado el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en un comunicado, en referencia al Grupo Maute, integrado por antiguos miembros de la guerrilla del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) y combatientes extranjeros.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha declarado la ley marcial en la región de Mindanao, donde han muerto al menos siete soldados en un enfrentamiento entre Ejército y Maute, quien además secuestró, el martes por la noche, a un sacerdote católico, a dos de sus ayudantes y a una decena de feligreses en la ciudad de Marawi.
El secuestro, del que no se supo nada hasta el miércoles, tuvo lugar en medio de los enfrentamientos en la ciudad, en la que se cree que está escondido Isnilon Hapilon, líder del grupo insurgente Abú Sayyaf y de Estado Islámico en Filipinas.
Washington ha trasladado a Manila su intención de "seguir ofreciendo apoyo y asistencia" en los esfuerzos antiterroristas del Gobierno filipino, de quien se ha declarado un "orgulloso aliado".
"Seguiremos trabajamos con Filipinas para abordar estas amenazas compartidas a la paz y seguridad de nuestros países", ha concluido Spicer.
Según el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Restituto Padilla, las autoridades habrían recibido "información creíble" de que Hapilon se encontraba en Marawi con su "séquito", en referencia al Grupo Maute.
El presidente dijo el pasado mes de abril que Hapilon podría haber muerto en un bombardeo realizado el pasado mes de enero, cuando las Fuerzas Armadas anunciaron que 15 terroristas que acompañaban a Hapilon habían muerto en un bombardeo aéreo. Lorenzana confirmó entonces que el líder insurgente había resultado herido de gravedad.
Hapilon se encuentra además en la lista de más buscados del FBI por su papel en el secuestro de 17 filipinos y tres estadounidenses. Sobre él pesa una recompensa de cinco millones de dólares.