La investigación de las Fuerzas Armadas estadounidenses exonera a los militares porque actuaron en defensa propia
MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han confirmado que mataron a 33 civiles en una operación conjunta con las fuerzas de seguridad afganas a principios de noviembre de 2016 en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, según ha informado este jueves la agencia de noticias Jamaa.
"Las fuerzas estadounidenses en Afganistán han completado su investigación sobre una serie de acusaciones que aseguraban que las fuerzas norteamericanas y afganas habían provocado varias muertes de civiles durante una operación militar en la localidad de Boz, en la provincia de Kunduz, del 2 al 3 de noviembre de 2016", han informado las Fuerzas Armadas norteamericanas en un comunicado.
"La investigación ha concluido, desgraciadamente, que 33 civiles perdieron la vida a causa de la operación y que 27 resultaron heridos. Las fuerzas estadounidenses tuvieron que responder al fuego enemigo de los talibán, que estaban utilizando las casas de civiles como trinchera, en defensa propia", han explicado.
"A pesar de las circunstancias, lamento profundamente la pérdida de vidas inocentes", ha dicho este jueves el general John Nicholson, jefe de las tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán.
"En esta ocasión los talibán decidieron esconderse entre los civiles y atacaron a las fuerzas afganas y norteamericanas que había en la zona. Quiero garantizar al presidente (de Afganistán, Ashraf) Ghani y al pueblo de Afganistán que tomaremos todas las medidas necesarias para proteger a los civiles afganos", ha añadido el general.
La operación tenía como objetivo capturar a varios líderes talibán sospechosos de haber impulsado la oleada de violencia que tuvo lugar en la provincia de Kunduz en octubre de 2016.
Según las Fuerzas Armadas norteamericanas, la intervención fue llevada a cabo por varias unidades de las fuerzas especiales afganas, que contaban con el apoyo una unidad militar estadounidense.
Al llegar a la localidad objetivo, las fuerzas afganas comenzaron a ser atacadas por los talibán desde varios edificios llenos de civiles. A medida que los enfrentamientos avanzaron y las fuerzas afganas comenzaron a registrar bajas, los militares afganos "se vieron obligados" a pedir apoyo aéreo a las fuerzas estadounidenses.
La investigación de las Fuerzas Armadas estadounidenses ha concluido que la unidad norteamericana "sólo utilizó el mínimo grado de fuerza necesario para neutralizar a los talibán y proteger a las fuerzas aliadas" y que actuó en "defensa propia", por lo que no llevarán a cabo ningún tipo de acción contra los militares implicados. Durante los enfrentamientos perdieron la vida dos soldados estadounidenses y tres miembros de las fuerzas especiales afganas.