MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha asegurado este jueves que Washington considera que Venezuela no debería ser expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA), que contempla la suspensión del país en el organismo, si bien ha señalado que es necesario que se celebren elecciones para resolver la crisis que enfrenta el país.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz del Departamento de Estado en funciones, Mark Toner, ha asegurado que durante el pasado fin de semana el presidente, Donald Trump, mantuvo conversaciones telefónicas con los presidentes venezolano, Nicolás Maduro, brasileño, Michel Temer, y la chilena, Michelle Bachelet, sobre la situación del país.
"Y bien, claro que compartimos la preocupación sobre el estado de la democracia en Venezuela del que el secretario general de la OEA (Luis Almagro) habla detalladamente en su último informe", ha señalado.
"Creemos que ese informe merece tomarse en seria consideración por parte del Consejo Permanente de la OEA. Pero seamos claros: no estamos impulsando la expulsión de Venezuela de la OEA en este momento", ha asegurado.
No obstante, ha matizado que Washington cree que la OEA sí es la vía adecuada para abordar la situación. "Y, en una respuesta más amplia, las elecciones son esenciales para garantizar la rendición de cuentas y el pueblo venezolano se merece una voz para crear soluciones ante el sinfín de desafíos económicos, políticos, sociales y humanitarios a los que se enfrenta", ha agregado.
Por último, ha instado al Gobierno a "cumplir con su Constitución" y, en particular, ha pedido a Maduro que permita que la Asamblea, "elegida democráticamente", pueda cumplir sus funciones constitucionales. Asimismo, ha pedido una vez más la liberación de los denominados presos políticos, entre los que se encuentra el líder de Voluntad Popular, encarcelado en la prisión de Ramo Verde desde febrero de 2014.
Esta misma semana el Parlamento venezolano ha aprobado un documento en el que apoya la propuesta de Almagro de invocar la Carta Democrática Interamericana contra Venezuela por la ruptura del orden constitucional.
La Carta Democrática contempla un mecanismo para los casos de ruptura del orden constitucional en alguno de los países miembro de la OEA que puede acarrear su suspensión en el bloque hemisférico hasta que se reconduzca la situación a la legalidad.
Almagro sostiene que su invocación es la única "herramienta" para devolver al país sudamericano a la senda democrática, ya que considera que "hay una ruptura total del orden democrático".
El Gobierno de Maduro, sin embargo, ha expresado su "profundo repudio" por el último informe difundido por Almagro, a quien ha catalogado como "conocido enemigo del pueblo de Venezuela". Según Caracas, el responsable de la OEA quiere "promover la intervención internacional" y "acentuar la guerra económica".