Sean Spicer
KEVIN LAMARQUE/REUTERS
Actualizado: martes, 18 julio 2017 4:06


MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Casa Blanca ha afirmado este lunes que las condiciones actuales "están muy lejos" de ser las necesarias para reabrir las conversaciones con Corea del Norte, horas después de que Seúl ofreciera a Pyongyang discusiones a nivel militar y sobre la reunión de familias separadas por la guerra.

"Obviamente, los comentarios surgieron de Corea del Sur, y les remitiría a ellos", ha dicho el portavoz de la Presidencia, Sean Spicer, en respuesta a una pregunta durante la rueda de prensa que concede la Casa Blanca.

Sin embargo, ha resaltado que "dicho esto, el presidente (estadounidense, Donald Trump) ha dejado claro en el pasado las condiciones (para un diálogo) y se está muy lejos en la actualidad de que se cumplan".

El Gobierno surcoreano propuso a Corea del Norte a primera hora del lunes conversaciones a nivel militar el 21 de julio en la localidad de Panmunjom. Pyongyang no se ha pronunciado por el momento.

El Ministerio de Defensa de Corea del Sur explicó que el objetivo de las reuniones sería poner fin "a todos los actos de hostilidad" en la frontera común.

Asimismo, hizo una segunda propuesta para reabrir las conversaciones con Cruz Roja para discutir el reinicio de las reuniones de familiares separados por la Guerra de Corea (1950-1953).

Las propuestas han sido formuladas unos diez días después de que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, pidiera a Corea del Norte que vuelva a la mesa de negociaciones, asegurando que está dispuesto a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un, "en cualquier momento y lugar", sin se dan "las circunstancias adecuadas".

"Si se dan las condiciones adecuadas y hay una oportunidad de revertir la tensión actual y la situación de confrontación en la península de Corea, estoy dispuesto a reunirme con Kim en cualquier momento y lugar", dijo.

Moon apostó además por una suspensión "inmediata y completa" de todas las "actividades hostiles" en la línea de demarcación que separa ambos países.

En sus palabras, Moon subrayó que Seúl "no quiere el colapso de Corea del Norte ni busca cualquier tipo de unificación por absorción".

Asimismo, tildó de "decepcionante" la última prueba balística de Corea del Norte, recalcando que "no sólo viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sino que muestra un claro rechazo a las reiteradas advertencias de la comunidad internacional".

En este sentido, aseguró que la política de su Gobierno "sólo busca la paz", garantizando que el objetivo es lograr la desnuclearización de la península "garantizando la seguridad del régimen de Corea del Norte".

Así, detalló que su objetivo es lograr la paz y un nuevo mapa económico que garantice la coexistencia y prosperidad de ambas Coreas, prometiendo mantener los lazos humanitarios y civiles con el país vecino, independientemente del estado de sus relaciones políticas.

Por último, abogó por el reinicio de las reuniones de las familias separadas por la guerra de Corea, afirmando que "es necesario permitir a esta gente reunirse con sus seres queridos mientras siguen con vida".

Las propuestas de Seúl llegan en un momento de tensión en la región debido a los últimos ensayos balísticos por parte de Corea del Norte, que esta semana lanzó un misil balístico internacional con capacidad para protar cabezas nucleares.

Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.

Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.

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