MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha afirmado este martes que las elecciones presidenciales celebradas durante la jornada en Burundi "carecen de credibilidad", asegurando que "desacreditarán aún más al Gobierno" del país africano.
"La legitimidad del proceso electoral en Burundi durante los últimos meses se ha visto contaminada por el acoso del Gobierno a los miembros de la oposición y la sociedad civil, el cierre de medios y del espacio político y la intimidación a los votantes", ha dicho el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Así, ha destacado que "la insistencia del Gobierno en seguir adelante con las presidenciales (...) pone en riesgo su legitimidad ante los ojos de sus ciudadanos y de la comunidad internacional".
"Aún más grave es el riesgo de dar marcha atrás en el frágil progreso obtenido a través de la aplicación del Acuerdo de Arusha, que especifica claramente que un presidente de Burundi no puede servir más de dos mandatos", ha agregado.
Kirby ha aplaudido además los esfuerzos "para animar el diálogo político" por parte de la Comunidad Africana Oriental (CAO) y el Gobierno de Uganda, lamentando que "el Gobierno de Burundi haya fracasado a la hora de participar de buena fe en el proceso".
Por otra parte, ha expresado su preocupación por el hecho de que el ministro de Exteriores, Alan Nyamitwe, "no aprobara la entrada de observadores de los Derechos Humanos de la Unión Africana (UA) antes de las elecciones, evitando que se investigaran las múltiples acusaciones de violaciones de los Derechos Humanos".
"Los intentos del Gobierno de Burundi de negar a sus ciudadanos la capacidad de elegir a sus líderes libremente, sin intimidaciones ni amenazas de violencia, obligarán a Estados Unidos a revisar cuidadosamente todos los aspectos de su alianza (con Burundi) que no hayan sido suspendidos aún", ha remachado.
LA CRISIS POLÍTICA
La intención del presidente, Pierre Nkurunziza, de presentarse a un tercer mandato presidencial ha provocado una profunda crisis política. La oposición denuncia que esta candidatura sería inconstitucional, ya que la Carta Magna prohíbe tres mandatos presidenciales consecutivos.
Sin embargo, Nkurunziza defiende que el primer mandato no fue obtenido a través de un proceso electoral, sino que fue investido por el Parlamento, que actuó como colegio electoral.
El mandatario parte como principal favorito a la reelección, en medio de un boicot casi total de la oposición. Nkurunziza hace frente a tres líderes opositores con escaso respaldo después de que sus principales rivales, incluidos los expresidentes Domitien Ndayizeye y Sylvestre Ntibantunganya y el expresidente de la Asamblea Nacional Jean Minani anunciaran su retirada de la carrera electoral.
La Unión Africana (UA), que había reclamado que las elecciones fueran aplazada, no ha enviado observadores electorales al país, la primera vez que toma una decisión así contra un estado miembro de la organización.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi 145.000 personas han huido de Burundi hacia Tanzania, República Democrática del Congo y también hacia Ruanda, país con el que comparten una mezcla étnica similar y que sufrió un genocidio en 1994 en el que 800.000 personas fueron asesinadas.