Nikki Haley
REUTERS / BRENDAN MCDERMID
Actualizado: miércoles, 20 diciembre 2017 4:36


MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha afirmado este martes que el misil disparado durante la jornada por los rebeldes huthis contra Arabia Saudí --que ha sido interceptado-- "porta todas las marcas de ataques previos usando armas entregadas por Irán".

Haley, que ha reconocido que "aún no hay suficiente información sobre este ataque", ha expresado su alivio "por el hecho de que el misil fuera interceptado antes de alcanzar su objetivo".

"No es la primera vez que los huthis disparan misiles contra civiles en un país del G-20 y, a menos que actuemos, no será la última. Es sólo cuestión de tiempo que uno de estos misiles alcance el objetivo", ha advertido.

"Si no hacemos algo, perderemos la oportunidad de evitar nueva violencia desde Irán", ha subrayado, afirmando que "Estados Unidos seguirá compartiendo lo que sabe con Naciones Unidas y otras partes para combatir esta amenaza".

Sin embargo, ha dicho que "el esfuerzo de una nación no es suficiente", resaltando que "todos deben actuar de forma cooperativa para exponer los crímenes del régimen de Teherán y hacer lo que sea necesario para asegurar que reciben el mensaje".

Un portavoz de los huthis ha dicho que el misil balístico tenía como objetivo el palacio real de Al Yamama, donde se estaba celebrando una reunión de líderes saudíes. El movimiento rebelde huthi ha dicho posteriormente en un comunicado que el lanzamiento del misil balístico marca un nuevo episodio en su confrontación con Arabia Saudí.

En este sentido, ha asegurado que los palacios reales, las instalaciones petroleras y militares están dentro del alcance de este tipo de misiles. Arabia Saudí no se ha pronunciado sobre el objetivo al que iba dirigido el misil ni ha aclarado si se estaba celebrando una reunión de altos cargos en el palacio.

"Las fuerzas de la coalición confirman la interceptación de un misil huthi iraní dirigido hacia el sur de Irán. No hay constancia de víctimas en estos momentos", ha informado en su cuenta de la red social Twitter el Centro Internacional de Comunicaciones saudí.

Arabia Saudí e Irán están enfrentados por conseguir imponer su influencia en Oriente Próximo, una región en la que las autoridades de Riad están preocupados por el respaldo iraní a los rebeldes huthis en Yemen, una guerra que ha dejado más de 10.000 muertos y ha provocado el desplazamiento de más de dos millones de peronas.

La coalición liderada por Arabia Saudí ha lanzado miles de ataques aéreos contra los huthis, sus fuerzas aliadas y civiles desde que comenzó su intervención en la guerra de Yemen para respaldar a las fuerzas del Gobierno.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha denunciado este mismo martes que los ataques aéreos lanzados en Yemen por la coalición tras la muerte del expresidente Alí Abdulá Salé el 4 de diciembre han acabado con la vida de 136 civiles.

Los huthis, por su parte, han lanzado varios misiles contra territorio saudí, la mayoría hacia el sur del país desde 2015 aunque no han causado daños importantes.

Irán, que es el principal rival regional de Arabia Saudí, ha negado que haya suministrado armamento a los huthis, que se hicieron con el control de la capital yemení, Saná, hace más de dos años. Arabia Saudí aseguró el 4 de noviembre que había interceptado un misil balístico dirigido hacia un aeropuerto Rey Jaled, un ataque que llevó a la coalición saudí a cerrar los puertos yemeníes.

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