MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha mostrado este viernes su preocupación por la situación en las regiones de Amhara y Oromia (en el norte de Etiopía), después de que el Gobierno del país declarara este viernes el estado de emergencia en Amhara tras meses de enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad del Estado y las milicias Fano.
El secretario Antony Blinken ha mantenido este mismo viernes una conversación telefónica con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, en la que no solo le ha expresado su intranquilidad sino en la que también ha destacado "el progreso en la implementación del Acuerdo de Cesación de Hostilidades en el norte de Etiopía".
Blinken y Ahmed han abordado "el avance de la paz, la prosperidad y la estabilidad" en el país y han barajado la posibilidad de implementar un sistema de distribución de ayuda humanitaria con "una supervisión reforzada para cumplir con el objetivo compartido de reiniciar la ayuda alimentaria lo antes posible".
Asimismo, en lo que al Cuerno de África respecta, el representante de Estado ha puesto de manifiesto el "pleno apoyo" del Gobierno estadounidense a una resolución diplomática sobre la Gran Presa del Renacimiento Etíope".
"Fomentar la paz y la prosperidad en todo el Cuerno de África es un principio de la política exterior de Estados Unidos", ha escrito Blinken en su cuenta en la red social X, antes conocida como Twitter.
Las autoridades de Etiopía han declarado este viernes el estado de emergencia en la región de Amhara, en el norte del país, en respuesta a meses de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del estado y las milicias Fano, un heterogéneo grupo armado que colaboró con los efectivos de Amhara durante la pasada guerra de Tigray hasta que su relación se deterioró por discrepancias sobre la gestión de la seguridad regional.
Los combates se han recrudecido durante los últimos días después de que las milicias Fano se hicieran con el control del aeropuerto de la ciudad santa de Lalibela, Patrimonio de la Humanidad por sus antiguos monasterios coptos del siglo XI. Embajadas internacionales, como la española, han pedido a los ciudadanos que se abstengan de viajar a la región.