Actualizado: miércoles, 25 octubre 2017 2:35


MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Estados Unidos ha expresado este martes su "profunda preocupación" por "el aumento del nivel de violencia y restricciones de la libertad de expresión" en Togo, en medio de las protestas contra el presidente del país, Faure Gnassingbé.

"Estamos particularmente preocupados por las informaciones sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y el uso de la fuerza por parte de 'vigilantes' respaldados por el Gobierno (...) para interrumpir las protestas e intimidar a civiles", ha dicho la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.

Asimismo, ha expresado la preocupación de Washington "por la decisión del Gobierno de Togo de limitar las manifestaciones durante los días de diario y de arrestar a un destacado imam en la localidad de Sokodé".

"Reclamamos al Gobierno de Togo que respete los Derechos Humanos de su ciudadanía (...) y garantice que todos los arrestados durante las manifestaciones tienen derecho a un proceso justo", ha subrayado.

Por último, Nauert ha condenado la violencia en el país y ha pedido a todas las partes "que renuncien a la violencia", solicitando además a Gobierno y oposición "que participen en un diálogo sin condiciones previas, lo que es la única solución a la situación actual".

Al menos cuatro personas --dos civiles, entre ellos un niño, y dos soldados-- murieron la semana pasada en disturbios en Sokodé y la capital, Lomé, tras el arresto de un imam cercano a un alto cargo de la oposición.

Las autoridades detuvieron el 16 de octubre al imam Djobo Alassane Mohamed, cercano al presidente del Partido Nacional Panafricanista (PNP), Tikpi Salifou Atchadam, lo que llevó a la convocatoria de manifestaciones.

El ministro de Seguridad togolés, Yark Damehame, afirmó posteriormente que Mohamed es sospechoso de sedición por sus discursos críticos con las autoridades.

LA CRISIS POLÍTICA EN TOGO

Los incidentes se enmarcan en una aguda crisis política en el país africano, tras meses de protestas multitudinarias reclamando la dimisión de Gnassingbé, quien ya está en su tercer mandato.

Estas protestas llevaron al Gobierno a presentar a principios de septiembre ante el Parlamento un borrador de ley sobre una reforma constitucional similar a la rechazada hace dos años por el Parlamento, dominado por el partido gubernamental.

Las reformas constitucionales serán decididas en referéndum, después de que el Parlamento no lograra aprobar el 19 de septiembre el paquete de medidas, en medio del boicot de la oposición.

La votación se saldó con 62 votos a favor y una abstención --sobre un total de 63 parlamentarios presentes--. El Parlamento togolés cuenta con 91 escaños.

La legislación del país africano contempla que, en caso de que las reformas constitucionales no consigan la aprobación del 80 por ciento de los parlamentarios, deberán ser sometidas a una votación popular.

La oposición boicoteó la votación debido a que el proyecto de ley --que limita a dos mandatos de cinco años el periodo en el que puede estar en el cargo el presidente-- parece no afectar a Gnassingbé.

Gnassingbé lleva en el poder desde 2005, tras la muerte de su padre Gnassingbé Eyadema, quien estuvo al frente del país durante 38 años.

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