WASHINGTON 5 Dic. (Reuters/EP) -
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, ha anunciado que el Ejército estadounidense ha completado la retirada de sus efectivos en el noreste de Siria y ha reubicado a unos 600 militares por todo el país, aunque podrían ser menos en caso de que los "aliados europeos" contribuyan a la misión ofreciendo tropas "de forma voluntaria".
El anuncio, que ha tenido lugar después de la cumbre de la OTAN en Londres, responde a la orden dada por el presidente, Donald Trump, en octubre de abandonar el norte de Siria.
Desde que el presidente estadounidense anunciara hace un año que el objetivo es salir de Siria en un futuro cercano, los niveles de tropas estadounidenses en Siria han descendido en un 40 por ciento, lo que supone cerca de 1.000 efectivos, entre soldados y personal militar.
Durante la cumbre de la OTAN por su 70 aniversario, Trump ha explicado que el objetivo último de Estados Unidos es mantener las reservas de petróleo de Siria fuera del alcance de la organización terrorista de Estado Islámico.
TEMOR ANTE POSIBLES ACCIONES UNILATERALES DE TURQUÍA
Trump decidió tanto retrasar la retirada de las tropas de Estados Unidos como reducir el número de los efectivos que se desplegaban después de que el Congreso criticasen que esto daría libertad a Turquía para seguir con sus ataques hacia las fuerzas kurdas que habían servido de aliadas de Washington contra Estado Islámico.
Desde la OTAN temen que el Gobierno del presidente, Recep Tayyip Erdogan, esté actuando cada vez más de manera unilateral, atacando no sólo a las fuerza kurdas replegadas en la zona, sino también adquiriendo material militar y defensas aéreas procedentes de Moscú.
No obstante, Esper ha expresado que "no hay movimientos en este sentido", después de las conversaciones que Erdogan y Trump mantuvieron en la cumbre de la OTAN.
Además, ha celebrado el "avance positivo" que supone que Turquía haya retirado la amenaza de bloquear los planes que la OTAN tiene para la defensa de Polonia y los países del Báltico a cambio de que Estados Unidos y el resto de miembros del Tratado del Atlántico declarasen como terroristas a los combatientes kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG).