MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha anunciado este miércoles la imposición de sanciones contra Abdoulaye Hissene y Maxime Mokom, líderes de la insurgencia centroafricana, por su implicación en "acciones que amenazan la paz, la seguridad o la estabilidad" del país.
"Como resultado de esta medida, todas las propiedades e intereses de estos dos individuos dentro de la jurisdicción estadounidense quedan bloqueadas y todo estadounidense tiene prohibido llevar a cabo algún tipo de transacción con ambos", ha señalado el Tesoro en un comunicado.
Washington los ha definido como "responsables de la prolongada inestabilidad" en el país africano. El director de la oficina de control de bienes en el exterior, John Smith, ha asegurado que esta medida subraya los esfuerzos llevados a cabo por Estados Unidos por sancionar a todo aquel que sea "responsable de avivar la violencia y de cometer abusos de los Derechos Humanos en RCA".
Hissene y Mokom participaron en el fallido golpe de Estado que denunció, en octubre de 2015, la entonces presidenta del país, Catherine Samba-Panza, que se saldó con más de 30 muertos en Bangui, la capital.
Esos enfrentamientos estallaron en los alrededores del barrio de PK5, de mayoría musulmana, tras el asesinato de un taxista musulmán. Hissene es el líder de la insurgencia en este barrio.
En los últimos meses han estallado choques en torno a Bambari, en el centro del país, entre dos grupos rebeldes que antiguamente pertenecían a la alianza Séléka, que se enfrentan por el territorio y el control de impuestos ilícitos.
La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en República Centroafricana (MINUSCA) ha intervenido en varias ocasiones contra milicianos del Frente Popular para el Renacimiento de Centroáfrica (FPRC) que pretendían avanzar hacia la ciudad.
El FPRC es el grupo más importante integrado en la coalición anteriormente conocida como Séléka, de mayoría musulmana. La coalición tomó Bangui y expulsó al presidente François Bozizé en 2013.
Desde entonces la violencia se ha cobrado miles de vidas en enfrentamientos entre musulmanes y las milicias antibalaka cristianas. Las elecciones de 2016 parecen haber abierto un periodo de relativa estabilidad.
Sin embargo, en noviembre estallaron combates entre el FPRC y la la Unión y Paz en Centroáfrica (UPC), de mayoría fulani, en las inmediaciones de Bambari. Decenas de personas han muerto y unas 20.000 han tenido que huir de sus hogares. El FPRC está acusado de limpieza étnica de fulanis.