WASHINGTON, 27 Oct. (Reuters/EP) -
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, ha anunciado este martes que el Pentágono pretende intensificar la lucha contra el Estado Islámico en Irak y Siria mediante su ofensiva aérea e intervenciones puntuales sobre el terreno.
En una comparecencia ante la Comisión de Servicios Armados del Senado, Carter ha revelado que las fuerzas estadounidenses planean aumentar la presión sobre la localidad siria de Raqqa --capital 'de facto' del autoproclamado califato-- y la ciudad iraquí de Ramadi.
Carter ha explicado que la intención es multiplicar el impacto de la campaña aérea con más aviones y más frecuencia en sus operaciones, aunque también ha apuntado a la posibilidad de llevar a cabo "acciones directas sobre el terreno".
La semana pasada tropas estadounidenses respaldaron --'in situ' y desde el aire-- a las fuerzas kurdas para liberar a unos 70 rehenes, entre ellos varios uniformados iraquíes, de una cárcel gestionada por los milicianos de negro en Hawija, Irak.
Aunque en un principio Estados Unidos subrayó que este rescate en suelo iraquí era una excepción en la estratega militar diseñada por el Pentágono, finalmente sostuvo que cabía esperar más operaciones de este tipo en los próximos meses.
Carter ha justificado este cambio sustancial de la actuación estadounidense en Irak --donde cuenta con el beneplácito del Gobierno de Haider al Abadi-- por la cambiante situación del conflicto, si bien no ha mencionado expresamente la posibilidad de emprender acciones de este tipo en Siria, donde opera al margen del régimen de Bashar al Assad.
Una coalición internacional liderada por Estados Unidos y de la que forman parte un total de 65 países --tanto árabes como occidentales-- comenzó en verano de 2014 a bombardear las posiciones del Estado Islámico en ambos países.
El pasado 30 de septiembre Rusia lanzó su propia ofensiva aérea sobre Siria, en su caso con el visto bueno del Gobierno de Al Assad. El Kremlin asegura que la finalidad es derrotar al Estado Islámico y "otros grupos terroristas", pero diversas fuentes han denunciado que sus objetivos son distintos.
Moscú y Washington han llegado recientemente a un acuerdo para evitar un choque entre aviones rusos y estadounidenses en el espacio aéreo sirio, que incluye intercambio de información, aunque los detalles no han sido publicados a petición del Kremlin.