WASHINGTON 13 Dic. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Estados Unidos ha decidido limitar el apoyo militar que brinda a la coalición que lidera Arabia Saudí en Yemen por las dudas en torno a las víctimas civiles, según fuentes norteamericanas citadas por la agencia de noticias Reuters.
Una fuente de la Administración de Barack Obama ha confirmado la suspensión de acuerdos para la venta de ciertos equipos como las municiones para ataques aéreos o las PGM (munición guiada de precisión) como resultado de la "preocupación" que ha cundido en Washington en relación a su uso.
Tanto Naciones Unidas como organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han acusado a la coalición saudí de atacar objetivos civiles en su lucha contra los rebeldes huthis, que intentan derrocar en Yemen al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi. Desde marzo de 2015 han muerto más de 10.000 personas, de las cuales 3.500 serían civiles ajenos a la lucha armada.
La Casa Blanca ya lanzó una revisión de su colaboración con la coalición después de que 140 personas perdiesen la vida por un bombardeo contra un funeral en octubre. Una de las fuentes citadas ha asegurado que "no es cuestión de lo listas o tontas que sean las bombas utilizadas", sino que "no se están eligiendo los objetivos adecuados", como habría quedado de manifiesto en el funeral de Saná.
ANÁLISIS ABIERTO
Las fuentes consultadas no han querido dar detalles acerca de los contratos que podrían verse cancelados próximamente, aunque uno de los casos que ahora quedan en el aire sería la entrega de unos sistemas de guía de la firma Raytheon valorados en cientos de millones de dólares, según Reuters.
Por otra parte, Estados Unidos habría decidido aumentar sus esfuerzos para ayudar a Arabia Saudí en seguridad fronteriza. "Han realizado una petición contundente para una mayor colaboración en materia de Inteligencia y más apoyo en su frontera", ha explicado una fuente.
Asimismo, Washington prefiere "no tocar" de momento su contribución para el repostaje de los aviones militares que participan en la ofensiva yemení, aunque el Gobierno mantiene abierto el debate y podría tomar "una decisión diferente" en las próximas semanas.