WASHINGTON, 26 Abr. (Reuters/EP) -
Estados Unidos mantendrá la política favorable hacia los inmigrantes cubanos, a pesar de que su derogación es una de las demandas del Gobierno de Raúl Castro en las negociaciones para normalizar las relaciones entre ambos países.
"No tenemos planes de cambiar la Ley de Ajuste Cubano en estos momentos", ha dicho Francisco Palmieri, asesor de la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado en una audiencia en el Senado.
El portavoz gubernamental ha explicado que todavía "hay un gran flujo migratorio desde Cuba" hacia Estados Unidos, "lo cual refleja el difícil momento económico y las condiciones de los Derechos Humanos" en la isla caribeña.
La Ley de Ajuste Cubano concede importantes beneficios a los inmigrantes cubanos. Una vez llegan a Estados Unidos y piden asilo político, prácticamente les permite residir y trabajar legalmente, un proceso que para otros extranjeros lleva años.
Esta norma jurídica se completa con la llamada política de 'pies mojados/pies secos', que abre las puertas de Estados Unidos a los inmigrantes cubanos que logran alcanzar suelo estadounidense y obliga a repatriar a los que son interceptados en el mar.
Algunos congresistas estadounidenses han reclamado la derogación de ambas medidas al considerar que actualmente los cubanos que llegan al país norteamericano lo hacen por razones económicas, no políticas, por lo que no pueden considerarse refugiados.
El miedo a que la política migratoria de la Casa Blanca hacia los cubanos cambie a causa de las negociaciones con el 'castrismo' ha provocado un nuevo éxodo en el que miles se han quedado varados en Centroamérica.