WASHINGTON, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Once miembros de Al Qaeda, entre ellos un miliciano vinculado a la cúpula de la organización terrorista, han muerto en dos ataques efectuados la semana pasada por las fuerzas estadounidenses en Siria, según ha informado este miércoles el Departamento de Defensa.
El primer ataque se produjo el 3 de febrero contra un edificio utilizado como centro de reuniones de Al Qaeda. Una decena de "terroristas" murieron, de acuerdo con el comunicado difundido por el Pentágono.
Un día después se produjo un segundo ataque que se cobró la vida de Abu Hani al Masri, antiguo miembro de Al Qaeda vinculado a altos cargos, incluidos Ayman al Zawahiri y Usama bin Laden. Al Masri supervisó la creación de los campos de entrenamiento en Afganistán durante las décadas de 1980 y 1990.
"También fue uno de los fundadores de Yihad Islámica Egipcia (EIJ), el primer grupo suní en usar terroristas suicidas en sus ataques y responsable de múltiples atentados contra Estados Unidos y sus aliados", ha añadido.
El Gobierno presidido por el magnate neoyorquino Donald Trump ha afirmado que "estos ataques han afectado a la capacidad de Al Qaeda para planear y dirigir ataques externos contra Estados Unidos y sus intereses en todo el mundo".
Según el Pentágono, la "paranoia" se ha extendido entre los líderes de la organización terrorista acerca de la lealtad de los milicianos de bajo rango por la cantidad de ataques dirigidos contra ellos en los últimos tiempos.
"Seguiremos emprendiendo acciones para impedir que estos terroristas encuentren un refugio seguro en Siria y para que no puedan centrarse en planear atentados contra la región y el resto del mundo", ha indicado el departamento que dirige James Mattis.