MADRID 1 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, ha mostrado este martes su preocupación por la suspensión de varios medios de comunicación internacionales en Burkina Faso tras hacerse eco del informe de la ONG Human Rights Watch (HRW) en el que acusa al Ejército burkinés de "ejecutar sumariamente" a más de 200 civiles, entre ellos 53 menores de edad.
"Estamos muy alarmados por el hecho de que el Consejo Superior de Comunicación de Burkina Faso haya suspendido a múltiples medios independientes, entre ellos Voice of America (VOA) y BBC, por cubrir el informe de HRW sobre algunas masacres recientes", ha expresado Patel durante una rueda de prensa.
Tras ello, ha asegurado que "demasiados gobiernos" intentan limitar la libertad de expresión, especialmente con medidas contra periodistas y medios de comunicación "simplemente por hacer su trabajo".
El Consejo Superior de la Comunicación burkinés ha ordenado la suspensión de la cadena de televisión británica BBC, a la estadounidense Voice of America (VOA), a la francesa TV5 Monde y el acceso a las páginas web tanto de TV5 Monde, como de la emisora alemana Deutsche Welle (DW), el periódico regional francés 'Ouest-France', el diario 'Le Monde', el portal de noticias APA News, el periódico británico 'The Guardian' y la agencia de noticias Ecofin, fundada en Ginebra.
HRW ha acusado al Ejército del país africano de llevar a cabo varias masacres el pasado 25 de febrero en tres localidades de la provincia de Yatenga, en el norte del país, que se saldaron con la vida de 200 civiles y que achacaron a la "campaña" militar contra aquellos civiles sospechosos de colaborar con grupos yihadistas que operan en la región.
Según una veintena de personas entrevistadas por la ONG, un convoy militar llegó a la zona tras el paso de un grupo de yihadistas, tras lo que comenzaron a llamar "puerta por puerta" para pedir a la gente que saliera de sus casas y a mostrar sus identidades.
Tras ello, los militares supuestamente dispararon a la población, que previamente había sido separada entre hombres y mujeres. Los supervivientes aseguran que enterraron a las víctimas en varias fosas comunes, aunque otros cuerpos que fueron recuperados días más tarde recibieron un entierro individual.