Reclama "el fin de todos los abusos de los Derechos Humanos y de la violencia contra los civiles"
MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha mostrado su "grave preocupación" por las denuncias sobre atrocidades por parte de combatientes del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) en la región etíope de Amhara y ha pedido "el fin de todos los abusos de los Derechos Humanos y de la violencia contra los civiles".
"Estados Unidos está gravemente preocupado por los informes de atrocidades, incluida violencia sexual, cometidas por combatientes afiliados con el TPLF en la región de Amhara entre finales de agosto y principios de septiembre de 2021", ha señalado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
"Sigue siendo nuestra firme posición que debe haber investigaciones creíbles y una rendición de cuentas por las atrocidades como parte de cualquier solución duradera a la crisis", ha manifestado, días después de las denuncias formuladas por Amnistía Internacional contra el TPLF.
Así, Price ha incidido en que "los continuados informes sobre atrocidades subrayan la urgencia de poner fin al conflicto militar". "Seguimos interactuando con las partes en conflicto para pedir un fin de la violencia, el fin de las atrocidades y la entrega sin restricciones de ayuda humanitaria vital, así como una solución pacífica al conflicto", ha remachado.
Amnistía Internacional denunció la semana pasada que combatientes del TPLF han sido responsables del asesinato de decenas de personas y cometieron violaciones en grupo contra mujeres y niñas en la región de Amhara en el marco del conflicto desatado en Etiopía en noviembre de 2020.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, hizo el martes un llamamiento a un diálogo para solucionar la crisis y, si bien dijo que hasta ahora no ha habido contactos con el TPLF a tal fin, dejó abierta la puerta a tengan lugar en el futuro, antes de argumentar que "el verdadero triunfo necesita una victoria en el altar de la paz".
Las autoridades etíopes anunciaron el 24 de diciembre que no realizarían nuevos avances contra el TPLF en Tigray, tras una ofensiva que en las semanas previas permitió al Gobierno recuperar los territorios que controlaba el grupo en las regiones de Amhara y Afar.
El conflicto en Etiopía estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.