Washington anuncia sanciones a los que hayan participado en "socavar la democracia"
MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha mostrado este domingo su preocupación por las elecciones de Camboya, a las que se ha presentado a revalidar su mandato el primer ministro de Camboya, Hun Sen, sin oposición, razón por la que Estados Unidos no considera los comicios ni "justos" ni "libres".
"En vísperas de las elecciones, las autoridades camboyanas emprendieron una serie de amenazas y hostigamiento contra la oposición política, los medios de comunicación y la sociedad civil, socavando el espíritu de la Constitución (...). Estas acciones negaron al pueblo camboyano la posibilidad de expresar su opinión y elegir el futuro del país", ha declarado el portavoz del departamento, Matthew Miller, en un comunicado.
Es por ello por lo que Miller ha anunciado restricciones de visados a aquellos individuos que hayan participado en "socavar la democracia" y en "paralizar determinados programas de ayuda exterior".
Washington ha instado al Gobierno camboyano a mejorar la posición internacional del país a través de la restauración de una "auténtica democracia multipartidista", "finalizando los juicios políticos", "revocando las condenas contra críticos del Gobierno" y "permitiendo que los medios de comunicación independientes reabran y funcionen sin interferencias".
Por último, Miller ha asegurado que esperan seguir colaborando con el pueblo de Camboya en sus "aspiraciones" a un país más próspero, democrático e independiente.
El líder camboyano podría enfrentarse al episodio final de un largo mandato donde el hombre que ha guiado al país de manera intermitente desde hace cuatro décadas comienza a contemplar abiertamente a su hijo, el general Hun Manet, como posible sucesor.
Si Hun Sen se ve con fuerzas para un nuevo mandato, la sucesión deberá esperar, teóricamente, a 2028. No obstante, durante los últimos días el mandatario ha dejado caer crípticas declaraciones que apuntan a la posibilidad de una sucesión inmediata, como muy pronto el mes que viene.
Hun Sen consolidó su dominio en el país a finales de 2017, cuando el Tribunal Supremo del país ordenó la disolución del principal partido de oposición, el Partido Nacional del Rescate de Camboya (CNRP). Su líder, Kem Soja, acabó condenado en marzo de este año a 27 años de prisión al término de un proceso ampliamente denunciado por grupos de Derechos Humanos, por "conspirar con una potencia extranjera".
El caso contra Soja derivaba de un comentario que hizo durante un acto público en el que explicaba una posible estrategia política coordinada con Estados Unidos de cara a las elecciones de 2013, aunque sin mencionar un derrocamiento inmediato del Gobierno.
Cinco años después, Hun Sen domina absolutamente el escenario político del país a sus 70 años de edad y después de un cuarto de siglo ininterrumpido en el poder tras un golpe de Estado propinado en 1997, si bien llegó por vez primera al cargo en 1985 y desde entonces ha estado en primera línea política, salvo cuatro años de inestable coalición que decidió finiquitar con el alzamiento.
Para esta ocasión, Hun Sen se ha desembarazado de otro partido opositor en ciernes, el Partido de la Luz de las Velas, heredero del CNRP, que obtuvo un esperanzador 22 por ciento en las elecciones locales del año pasado. En mayo, la Comisión Electoral descalificó a la formación por un trámite burocrático. En febrero, había retirado la licencia de la emisora Voice of Democracy, uno de los últimos medios independientes del país.
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han denunciado las recientes persecuciones sin tregua contra los restos de la oposición en el país.