MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos ha mostrado su "profunda preocupación" por el aumento de la tensión ante la celebración de las elecciones generales a principios de mayo, que según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados ha provocado que más de 8.000 personas hayan tenido que huir de sus casas.
El Departamento de Estado ha emitido un comunicado en el que ha pedido a "todas las partes" a adoptar un papel "constructivo y pacífico" durante la celebración de los comicios, además de evitar cualquier acto o provocación que pueda "alimentar el clima de miedo e inestabilidad".
Además, ha instado a la Policía, Ejército y fuerzas de seguridad burundesas a proporcionar seguridad "de forma imparcial" a la población durante el proceso electoral y a "proteger a los civiles de cualquier tipo de intimidación u otros abusos".
"Estados Unidos continuará supervisando la situación en Burundi de cerca y tomará medidas si fuese necesario, como la negación de visados a individuos que ordenen, planeen o participen en actos violentos", ha advertido el Departamento de Estado.
"La violencia no tiene lugar en elecciones democráticas y los perpetradores de esta violencia no serán bienvenidos a los Estados Unidos, Hacemos un llamamiento al Gobierno de Burundi para que lleve a los responsables ante la justicia", ha subrayado.
TENSIÓN POR POSIBLE REELECCIÓN
Esta nueva ola de tensiones se ha producido ante la posibilidad de que el presidente, Pierre Nkurunziza, se presente a un tercer mandato, que ha provocado manifestaciones multitudinarias que han acabado con enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y el uso de gases lacrimógenos y cañones de agua.
Los partidos de la oposición están discutiendo unirse tras un candidato único para mejorar sus opciones de derrotar a Nkurunziza, quien asumió el cargo en 2005 tras doce años de guerra civil en este país del este de África. Desde entonces, ha ejercido dos mandatos.
La Constitución y el acuerdo de paz que puso fin al conflicto estipulan que nadie debería ser presidente durante más de diez años. Los partidarios del mandatario argumentan que su primer mandato no cuenta ya que fue designado por los parlamentarios en lugar de votado por los burundeses.