MADRID 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Estados Unidos ha negado este martes que su personal militar en Irak haya sido atacado en el lanzamiento de proyectiles informado en la víspera contra la base militar de Victoria, situada en el perímetro del Aeropuerto Internacional de Bagdad, y ha señalado que los proyectiles fueron lanzados contra un complejo diplomático estadounidense situado en las inmediaciones.
"Somos conscientes de los informes de un ataque contra el Complejo de Apoyo Diplomático de Bagdad (BDSC), que es una instalación del Departamento de Estado. Todo el personal militar está bajo control y las fuerzas militares no fueron atacadas como se había informado", ha indicado un portavoz del Pentágono a Europa Press.
El martes el Ministerio del Interior iraquí confirmó el impacto de dos proyectiles en las instalaciones de la base militar de Victoria, uno de los cuales habría caído en el aparcamiento de un regimiento del Servicio Antiterrorista. "El otro ha impactado en un patio abandonado dentro del aeropuerto", agregó.
El primer ministro de Irak, Mohamad Shia al Sudani, reclamó una investigación en torno al "fallo de seguridad" y dio un plazo de 48 horas para que se anuncien los resultados de las pesquisas y se identifique a los responsables del ataque.
La coalición de milicias proiraníes Resistencia Islámica de Irak ha llevado a cabo decenas de ataques contra las bases de Estados Unidos tanto en Irak como en Siria en el marco del conflicto desatado tras los ataques ejecutados el 7 de octubre contra Israel por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, que llevaron al Ejército israelí a lanzar una ofensiva contra la Franja de Gaza que ha dejado más de 41.600 muertos.
El Gobierno de Irak ha acordado recientemente con Estados Unidos la retirada de las tropas internacionales del país "a más tardar a finales de septiembre de 2025", seguido de un proceso de transición para instaurar un mecanismo de asociación de seguridad bilateral. El anuncio se produjo en el marco de las tensiones surgidas como consecuencia de los bombardeos de Washington en el país contra milicias proiraníes, medida en represalia a sus ataques contra bases estadounidenses.