WASHINGTON 3 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Estados Unidos ha decidido permitir ataques aéreos para defender de cualquier ataque a los rebeldes sirios entrenados por el Ejército estadounidense, incluso si vienen de fuerzas leales al presidente sirio, Bashar Al Assad, según han dicho funcionarios estadounidenses.
La decisión del presidente estadounidense, Barack Obama, que podría profundizar en el papel de Estados Unidos en el conflicto de Siria, tiene como objetivo proteger a un grupo aún pequeño de combatientes sirios armados y entrenados por Estados Unidos para combatir a los milicianos del Estado Islámico.
Varios funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato al diario estadounidense 'Wall Street Journal', aseguran que Estados Unidos proporcionaría realizaría ofensivas aéreas para apoyar los avances contra objetivos del Estado Islámico. De igual manera, prestaría apoyo defensivo para repeler cualquier ataque.
El programa de entrenamiento y equipamiento tiene como objetivo reforzar la capacidad de los rebeldes sirios a los que Estados Unidos considera moderados políticamente para que luchen contra el avance del grupo terrorista Estado Islámico, que tiene bajo su control varias zonas del país.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses comenzaron el programa en mayo con el objetivo de entrenar hasta 5.400 milicianos cada año. La medida ha sido interpretada por muchos analistas como una prueba de fuego para la estrategia del presidente, Barack Obama, de reunir a socios locales para combatir el avance de los yihadistas de Estado Islámico.
Sin embargo, debido a que muchos milicianos han abandonado el programa y otros no han sido declarados aptos para el mismo, el secretario de Defensa estadounidense, Ash Carter, ha reconocido que las cifras han quedado muy por detrás de los objetivos iniciales.