MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha afirmado este domingo que Washington "podría pensar en nuevas conversaciones" con Corea del Norte si pone fin a sus pruebas balísticas y nucleares.
En una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense ABC, Tillerson ha recalcado que Estados Unidos "ha sido muy claro con respecto a que el objetivo es una península de Corea desnuclearizada".
"No tenemos como objetivo un cambio de régimen en Corea del Norte", ha dicho, agregando que "todas las razones que justifican el desarrollo de un programa nuclear en Corea del Norte no son creíbles".
Tillerson ha manifestado además que el ataque con misiles de crucero por parte de Washington contra una base militar en Siria "supone el mensaje de que si una nación (...) viola las normas internacionales (...) en algún momento habrá una respuesta".
Asimismo, ha confirmado que los presidentes de Estados Unidos y China, Donald Trump y Xi Jinping, respectivamente, mantuvieron "discusiones muy extensas sobre la grave situación en Corea del Norte" durante su encuentro de esta semana en Washington.
"Xi se mostró de acuerdo en que la situación ha llegado a un nuevo nivel de gravedad y amenaza", ha desvelado, añadiendo que "China ha expresado en múltiples ocasiones (...) que su política no ha cambiado, y esa es una península de Corea desnuclearizada".
En este sentido, ha expresado su deseo de que China lleve a cabo medidas adicionales para presionar a Poyngyang a tal fin, reconociendo que el Gobierno norcoreano "ha logrado avances significativos" en el plano militar.
Tillerson ha enumerado "avances importantes en los sistemas de lanzamiento" y "la sofisticación en torno al tipo de combustible que usan", así como que "trabajan hacia una prueba con un misil balístico intercontinental".
"Estos son el tiempo de progresos que más nos preocupan, así que hemos sido bastante claros con el régimen en Pyongyang sobre que a eso es a lo que queremos que pongan fin", ha remachado.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, H.R. McMaster, confirmado durante la jornada el envío de un Grupo de Ataque de la Marina a aguas de la península de Corea, argumentando que es una reacción a las "provocaciones" de Corea del Norte.
La decisión de trasladar el Grupo de Ataque de Portaaviones desde Singapur se ha producido un día después de que el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos presentara a Trump varias opciones para responder a la amenaza que supone el programa nuclear de Corea del Norte.
El último lanzamiento de un misil balístico realizado por Pyongyang a principios de abril ha puesto en alerta a la comunidad internacional. Según fuentes del Gobierno estadounidense, el misil de combustible líquido viajó sólo una fracción de su rango.
Las autoridades norcoreanas han anunciado que este mismo mes se producirá un ensayo con un misil balístico intercontinental, quizás el 15 de abril, 105 aniversario del nacimiento del fundador de Corea del Norte, Kim Il Sung.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.