NUEVA YORK, 28 Sep. (Reuters/EP) -
La embajadora estadounidense en Naciones Unidas, Nikki Haley, ha propuesto a los demás países miembro, durante la reunión del Consejo de Seguridad que se ha celebrado este jueves, imponer un embargo de armas a Birmania para frenar la violencia contra la minoría rohingya.
"No debemos tener miedo a llamar a las acciones de las autoridades birmanas lo que parecen ser: una campaña brutal y continuada para limpiar a una minoría étnica del país", ha dicho la representante del Gobierno de Donald Trump.
Además, ha lanzado una crítica indirecta contra la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kii por su complicidad en la discriminación a los rohingya. "Los líderes birmanos que han sacrificado tanto para que haya una apertura democrática deberían avergonzarse", ha sostenido.
Por otro lado, un grupo de cuatro senadores republicanos y 17 demócratas han enviado una carta al presidente estadounidense, Donald Trump, para pedirle que use "todo el peso" de su influencia con el objetivo de ayudar a resolver la crisis rohingya.
"A pesar de la condena internacional, las autoridades birmanas increíblemente siguen negando las atrocidades", reza la nota, que aboga por enviar ayuda humanitaria a Birmania y apunta la posibilidad de adoptar sanciones contra su Gobierno.
Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine, cerca de la frontera con Bangladesh. El Estado birmano no les reconoce la ciudadanía ni los derechos asociados a ella porque esgrime que son descendientes de inmigrantes bangladeshíes que entraron ilegalmente en el país.
En los últimos años se han producido varios altercados entre las fuerzas de seguridad y los rohingya. En 2012 murieron más de 200 personas y desde entonces la situación había permanecido en calma pero en octubre comenzó una nueva escalada que en agosto alcanzó su punto álgido. Cientos de personas han muerto y cerca de medio millón han huido a otros países en esta última oleada.