Nikki Haley
REUTERS / JOE PENNEY
Actualizado: martes, 12 septiembre 2017 2:32


MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha recalcado este lunes que Washington "no busca una guerra" con Corea del Norte y que Pyongyang "no ha pasado el punto de no retorno", después de que el Consejo de Seguridad de la ONU haya aprobado un nuevo paquete de sanciones contra el país.

"No nos complace endurecer las sanciones (contra Corea del Norte). No estamos buscando una guerra. El régimen norcoreano no ha pasado aún el punto de no retorno", ha indicado, en declaraciones tras la votación.

"Si (Corea del Norte) acuerda poner fin a su programa nuclear, puede recuperar su futuro. Si demuestra que puede vivir en paz, el mundo vivirá en paz con ellos. La elección es suya", ha subrayado Haley.

Así, ha subrayado que "el régimen norcoreano ha demostrado que no actuará por su cuenta para poner fin a su programa nuclear", argumentando que "el mundo civilizado debe hacer lo que el régimen se debe hacer".

"Debemos detener su marcha hacia un arsenal nuclear con la capacidad para alcanzar todo el mundo", ha dicho.

Haley ha agregado además que la resolución aprobada "no habría tenido lugar sin la firme relación entre el presidente (estadounidense, Donald) Trump y el presidente (chino) Xi (Jinping)".

"Hoy decimos al mundo que nunca aceptaremos una Corea del Norte con armas nucleares. Hoy el Consejo de Seguridad dice que si Corea del Norte no detiene su programa nuclear, actuaremos para detenerlo nosotros", ha recalcado.

La embajadora estadounidense ante la ONU ha apuntado que "se terminó intentar empujar a Corea del Norte a que haga lo correcto, ahora actuamos para evitar que tenga la capacidad de seguir haciendo lo incorrecto".

"Los intentos previos para llevar a Corea del Norte a la mesa de negociaciones han fracasado. Se han alejado en repetidas ocasiones de todos los compromisos que alcanzaron. Hoy el Consejo de Seguridad (de la ONU) actúa de forma diferente. Hoy intentamos quitar el futuro del programa nuclear norcoreano de las manos de su régimen criminal", ha remachado.

LAS NUEVAS SANCIONES

La votación en el Consejo de Seguridad se ha saldado con 15 votos a favor y ninguno en contra y supone una limitación de las importaciones de petróleo por parte de Corea del Norte, la prohibición de la exportación de textiles y la contratación de trabajadores norcoreanos en el extranjero.

La resolución es la novena que aprueba el organismo internacional desde 2006 para imponer sanciones a Corea del Norte por sus programas nuclear y balístico. En este caso, Estados Unidos rebajó el tono del borrador para lograr el respaldo de China y Rusia.

La resolución impone una prohibición de exportación de condensados y líquidos de gas natural, un límite de dos millones de barriles al año para productos refinados de petróleo y un límite a las exportaciones de crudo a Corea del Norte hasta los niveles actuales.

Los textiles fueron la segunda mayor exportación de Corea del Norte detrás del carbón y de otros minerales en 2016, por valor total de 752 millones de dólares (unos 629 millones de euros), según datos de la Agencia de Promoción de Inversiones Comerciales de Corea, recogidos por la agencia británica de noticias Reuters.

ADVERTENCIA DE COREA DEL NORTE

El lunes, el Gobierno de Corea del Norte advirtió a Estados Unidos de que sufrirá "el mayor de los dolores" si seguía presionando ante Naciones Unidas para que se aprobaran nuevas sanciones contra Pyongyang.

El Ministerio de Exteriores norcoreano recalcó que Estados Unidos pagará "el debido precio" en caso de que siga adelante y se vote en el Consejo de Seguridad de la ONU su borrador de resolución, que contempla sanciones más duras contra el país, según informó la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA.

Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos años numerosas pruebas nucleares y balísticas --la última de ellas un ensayo nuclear el 3 de septiembre-- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un.

Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.

Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.

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