HRW pide a Washington tomar medidas para que "se haga justicia" en el país
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, ha acusado a los miembros del Ejército birmano de haber cometido un "genocidio" contra la minoría musulmana rohingya en el país.
"Miembros del Ejército de Birmania han cometido genocidio y crímenes contra la Humanidad contra los rohingyas," ha señalado Blinken durante un evento celebrado en el Museo en Memorial del Holocausto de Estados Unidos.
Así, ha expresado que ha decidido calificar la situación de genocidio tras la realización de "un examen exhaustivo y numerosos análisis (...) que incluyen documentación detallada", incluida la de organizaciones humanitarias.
"La mayoría señalan que hay grandes indicios de que se están cometiendo estos crímenes, y es importante que esta administración tome medidas a favor de los Derechos Humanos", ha matizado.
En este sentido, ha acusado a los militares birmanos de utilizar "tácticas contra los rohingyas" similares a lo largo del tiempo, y entre las cuales se encuentran "abusos terroríficos", como la tortura, la violación y otro tipo. Además, ha recordado que los ataques de 2016 provocaron un éxodo de unos 100.000 rohingyas hacia Bangladesh, mientras que los de 2017 dejaron 9.000 muertos.
Para Blinken, las entrevistas realizadas a rohingyas desplazados muestran que los abusos "no son algo aislado sino sistemático", lo que supone un indicio de que había una "intención de destruir" a este grupo poblacional.
Hasta ahora la Administración estadounidense no había accedido a calificar como genocidio las atrocidades sufridas por los rohingyas desde 2017 que causó casi un millón de desplazados.
Poco después del evento, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha instado a las autoridades estadounidenses a tomar medidas y "coordinar acciones a gran escala" para que "se haga justicia" por los "crímenes en masa cometidos contra los rohingyas".
El director de HRW para Asia, John Sifton, ha indicado que Washington debe "llevar su condena más allá y pasar a la acción" y ha lamentado que, durante mucho tiempo, Estados Unidos y otros países han "permitido a los generales birmanos cometer atrocidades sin que haya grandes consecuencias".
Así, ha aseverado que son los mismos líderes responsables de los crímenes contra los rohingyas los que llevaron a cabo el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 contra el Gobierno.
Sifton ha aprovechado la ocasión para acusar al Consejo de Seguridad de la ONU de mantenerse al margen ante las "atrocidades del Ejército birmano" y ha pedido a Estados Unidos "presionar para lograr una resolución que lleve lo sucedido ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) y lograr, además, un embargo de armas al país asiático.
HRW ha matizado en un comunicado que "si el Consejo de Seguridad fracasa, Estados Unidos debe reunir a los países necesarios en la Asamblea General para aprobar la resolución" y lograr la imposición de medidas.
"El Ejército de Birmania seguirá llevando a cabo atrocidades siempre y cuando el resto de países fracasen a la hora de imponer medidas que los hagan responsables de sus actos", ha zanjado Sifton.
Los rohingyas son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en el estado birmano de Rajine. Birmania los considera descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh y no los reconoce como ciudadanos, privándoles con ello de derechos básicos.
En agosto de 2017, el Gobierno birmano lanzó una campaña militar en respuesta a ataques de insurgentes rohingyas que llevó a la ONU a advertir sobre una posible "limpieza étnica".
La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) ha recibido ya autorización para iniciar una investigación por crímenes contra la Humanidad, en particular la deportación forzosa de 740.000 rohingyas a Bangladesh.