Actualizado: miércoles, 29 marzo 2017 4:56


MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

El comandante de la 'Operación Resolución Inherente', Stephen Townsend, ha reconocido este martes que "hay muchas posibilidades" de que un bombardeo de la coalición provocara el derribo del edificio en la localidad iraquí, que habría causado la muerte a cerca de 200 civiles.

"Mi valoración inicial es que probablemente tuvimos un papel en esas víctimas", ha dicho, si bien ha agregado que "la munición utilizada no debió haber derribado un edificio entero", según ha informado el diario estadounidense 'The New York Times'.

"Hay una investigación en marcha, pero las valoraciones iniciales muestran que bombardeamos esa zona. ¿Es posible que lo hiciéramos? Sí, creo que es posible", ha insistido.

Asimismo, ha manifestado que el grupo yihadista Estado Islámico "estaba combatiendo desde esa posición en ese edificio", agregando que "había gente con la que no se podía contar que estuviera allí, a menos que fueran forzados a estar allí", apuntando al uso de escudos humanos por parte del grupo.

"Esa es mi impresión inicial. El enemigo tuvo una responsabilidad en eso, y hay muchas posibilidades de que nuestro bombardeo tuviera responsabilidad en eso", ha remachado, tal y como ha recogido la cadena de televisión estadounidense CNN.

Las autoridades de Estados Unidos han enviado una delegación a Mosul para investigar la autoría del ataque, que tuvo lugar el 17 de marzo.

El Ejército iraquí ha culpado a los milicianos de haber atacado la vivienda para causar víctimas civiles. Sin embargo, varios testigos han aseverado que el edificio fue derribado por un ataque aéreo. La muerte de cerca de 200 civiles en la zona ha levantado la polémica sobre la seguridad de la población en la ciudad.

Estado Islámico controla Mosul desde verano de 2014 y la ha convertido en su principal bastión en Irak. Las fuerzas de seguridad lanzaron una ofensiva en octubre para intentar recuperar la ciudad.

A finales de enero, el Ejército de Irak anunció la toma de todos los barrios de Mosul ubicados al este del río Tigris, si bien los yihadistas siguen controlando la zona occidental de la ciudad.

El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ordenó el 19 de febrero el reinicio de la ofensiva contra los yihadistas en el oeste de la ciudad, pidiendo a sus tropas que "respeten los Derechos Humanos".

Los milicianos yihadistas están prácticamente rodeados en la parte occidental de Mosul, donde aún quedan unos 750.000 civiles tras la toma de la parte oriental de la ciudad el pasado mes de enero tras más de tres meses de combates.

Unos 400.000 civiles podrían tener que huir de sus hogares como consecuencia de los combates en el oeste de Mosul, muy afectado ya por la escasez de alimentos y combustibles, según advirtió el sábado la coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande.

En el oeste de Mosul se encuentra el casco histórico con zocos centenarios, edificios oficiales y la mezquita desde la que el líder de Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, proclamó el califato en 2014.

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