Bolton pide "a todos los países" que no pongan más dinero en cuentas bancarias sujetas al "saqueo" de Maduro
CÚCUTA (COLOMBIA), 8 (Reuters/EP)
El embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, ha defendido este viernes desde la ciudad fronteriza de Cúcuta, a donde han empezado a llegar los primeros suministros, que el envío de ayuda para Venezuela es una "campaña humanitaria" que solo busca "aliviar" el sufrimiento de los venezolanos, negando otras motivaciones.
"Se trata de una campaña humanitaria, es una campaña con base moral y ética que está destinada a aliviar dolor y hambre, que está dirigida a los más necesitados", ha dicho Whitaker durante una visita al centro de acopio de Cúcuta.
Además, ha defendido que es una intervención humanitaria "legal" porque "está autorizada por el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó". "Y es urgente", ha enfatizado.
En la misma línea, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, ha sostenido que "Estados Unidos está actuando rápidamente para llevar ayuda humanitaria a las puertas de Venezuela para ayudar a la gente y a su nuevo Gobierno, liderado por Guaidó".
"Esperamos ver al pueblo y a los miembros de sus Fuerzas Armadas, uniéndose pacíficamente para permitir que esta ayuda entre en Venezuela", ha escrito el consejero presidencial en su cuenta oficial de Twitter.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, también ha subrayado el carácter humanitario de estos envíos y ha reprochado al líder 'chavista' que impida su entrada al país. "Por el bien del pueblo de Venezuela, Nicolás Maduro debe irse", ha declarado en Twitter.
LLEGADA A CÚCUTA
El jueves llegaron a Cúcuta los primeros camiones cargados con ayuda humanitaria en respuesta al llamamiento que el autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela ha hecho a la comunidad internacional para combatir la grave falta de comida y medicamentos en la nación caribeña.
Maduro no reconoce la existencia de una crisis humanitaria y culpa a Estados Unidos de la situación económica. "Si quieren ayudar a Venezuela, liberen el dinero que nos tienen bloqueado", ha dicho este mismo viernes en alusión a las sanciones estadounidenses.
Además, ha ratificado que no permitirá que la ayuda humanitaria entre en Venezuela para no alimentar lo que considera "un show" fabricado por Estados Unidos. "No somos mendigos de nadie", ha espetado, en una rueda de prensa con medios internacionales.
Guaidó, por su parte, ha dado por iniciada la operación para que la ayuda llegue a Venezuela y ha pedido a los venezolanos que se movilicen de nuevo el 12 de febrero para "abrir el canal humanitario", si para entonces los militares, que controlan las fronteras, no han accedido a dejar que la comida y los medicamentos entren en el país.
SIN ALTERNATIVA
Bolton también ha dejado claro que para Estados Unidos no hay más opción posible que la salida de Maduro del Palacio de Miraflores. A este respecto ha recordado que justo hoy se cumple un año del fracaso del último diálogo entre Gobierno y oposición. "No hay buena fe en las negociaciones con Maduro y sus aliados", ha sostenido.
Así, ha animado "a todos los países que importan petróleo venezolano a adoptar las medidas necesarias para garantizar que cualquier pago se hace en cuentas no sujetas al saqueo de Maduro y sus aliados". "Los amplios recursos naturales de Venezuela deben beneficiar al pueblo venezolano", ha defendido.
Además, ha ratificado que "Estados Unidos seguirá usando todas las herramientas para separar a Maduro y sus aliados del dinero que pertenece legítimamente al pueblo de Venezuela", advirtiendo a los responsables de este "saqueo" que sus acciones "no serán olvidadas".
"Más elementos para el expediente de esta nueva modalidad de golpe de Estado en la que Washington no está tras bastidores, sino en la primera línea de ataque, alentando a la sedición y girando órdenes a la sumisa oposición. Es tan burda la evidencia, que ya ni en Estados Unidos hay dudas", ha contestado vía Twitter el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza.
Maduro también ha aludido este viernes a las sanciones estadounidenses, advirtiendo al Gobierno de Donald Trump de que habrá consecuencias "catastróficas" para el país si cierra su mercado al crudo venezolano.