Cuba libera a 553 presos "por delitos diversos contemplados en la ley"
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente saliente Joe Biden, ha retirado este martes a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo a pocos días de que el republicano Donald Trump, que reintrodujo esta medida durante su primer mandato, asuma el cargo el próximo 20 de enero.
Biden ha indicado que el Gobierno cubano "no ha brindado ningún apoyo al terrorismo internacional" durante el último periodo de seis meses y ha proporcionado seguridad de que no lo hará en un futuro, según ha informado la Casa Blanca.
Asimismo, en un memorándum dirigido a los altos funcionarios estadounidenses ha subrayado que Washington "mantiene como objetivo central" de su política "la necesidad" de que exista "más libertad y democracia", así como "mayor respeto por los Derechos Humanos" en Cuba. De igual forma, Biden ha comunicado su decisión al Congreso.
La Administración Biden también ha suspendido por un período de seis meses una cláusula contenida en el Título III de la Ley Helms-Burton que permite iniciar acciones judiciales en tribunales estadounidenses contra aquellos que se beneficiaron de los activos expropiados tras el triunfo de la Revolución de 1959.
De igual forma, Estados Unidos ha eliminado la lista de entidades cubanas sobre las que pesaban "regulaciones adicionales" en el marco de la interacción financiera con entidades estadounidenses, según ha informado la Casa Blanca.
Estas medidas se han tomado en el marco de las negociaciones que se han llevado a cabo entre Cuba y el Vaticano, que han permitido liberar a 553 presos "por delitos diversos contemplados en la ley", una decisión que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, comunicó al papa Francisco "en los primeros días de enero".
"Las liberaciones se llevan a cabo sobre la base de un análisis cuidadoso a partir de las distintas modalidades que contempla la legislación, y como parte de la naturaleza justa y humanitaria de los sistemas penal y penitenciario de Cuba. Estas personas recibirán sus respectivos beneficios gradualmente", reza un comunicado publicado este martes por la Presidencia cubana.
AGRADECIMIENTO A LA IGLESIA
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha agradecido en un comunicado a la Iglesia Católica sus esfuerzos "para facilitar que Cuba tome sus propias medidas constructivas" a fin de "restaurar la libertad a sus ciudadanos" y "permitir condiciones que mejoren el sustento de los cubanos".
Más tarde, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel ha señalado en un mensaje en sus redes sociales que estas medidas por parte de Estados Unidos van "en la dirección correcta", si bien se han llevado a cabo tarde y tienen un "alcance limitado".
"Siguen en pie el bloqueo y la mayoría de las medidas extremas que se pusieron en vigor desde 2017 para asfixiar la economía cubana y provocar carencias a nuestro pueblo. Seguiremos enfrentando y denunciando la guerra económica y las acciones de injerencia, desinformación y descrédito financiadas con fondos federales estadounidenses", ha agregado.
Díaz-Canel también ha publicado un extenso comunicado del Ministerio de Exteriores cubano en el que la isla recuerda que "continúa la persecución ilegal y agresiva contra los suministros de combustible que Cuba tiene legítimo derecho a importar".
"Se mantiene la cruel y absurda persecución de los acuerdos legítimos de cooperación médica internacional de Cuba con otros países, amenazando así con privar a millones de personas de servicios de salud y limitando las potencialidades del sistema de salud pública cubano", ha subrayado.
De igual forma, ha afirmado que "las transacciones financieras internacionales de Cuba o las de cualquier nacional que estén relacionadas con Cuba" siguen "bajo prohibición". "Los buques mercantes que atraquen en Cuba también siguen amenazados", ha dicho.
Durante el mandato del expresidente demócrata Barack Obama se restablecieron en cierta medida las relaciones bilaterales, si bien la llegada de Donald Trump a la Presidencia en 2017 provocó un endurecimiento de las restricciones contra Cuba.
El Gobierno de Cuba considera que Estados Unidos tiene "responsabilidad directa" en una situación económica dentro de la isla que las propias autoridades reconocen como "difícil" marcada entre otras cosas por "la depresión e insuficiencia de abastecimientos y servicios esenciales".